BANGKOK. Impulsado por el abierto respaldo del rey de Tailandia, el jefe militar lanzó el lunes una fuerte advertencia a cualquiera que se oponga al golpe de Estado de la semana pasada: no causar problemas, no criticar y no protestar, o de lo contrario la nación podría regresar a los “viejos días” de agitación y violencia en las calles.

 

En su primera conferencia de prensa desde que tomó el poder, el general Prayuth Chan-ocha defendió el golpe del jueves y sostuvo que debía restaurarse el orden luego de siete meses de enfrentamientos violentos y agitación política entre el gobierno hoy derrocado y manifestantes que repetidamente pidieron la intervención del ejército.

 

“No estoy aquí para discutir con nadie. Nuestras intenciones son puras y permaneceremos transparentes. Todos tienen que ayudarme”, dijo Prayuth, con un informe blanco impecable. Luego agregó: “No critiquen, no empiecen problemas. No tiene sentido”.

 

El fuerte mensaje se conoció casi al mismo tiempo que se supo que la ex primera ministra Yingluck Shinawatra fue liberada por los militares después de permanecer bajo su custodia tres días, en un lugar desconocido e incomunicada. Un colaborador de Shinawatra dio la noticia de la liberación pero no quiso dar su nombre debido a lo delicado del tema. Sin embargo, dijo que la ex gobernante regresaría a su casa.

 

En su mensaje de unos 20 minutos, Prayuth dijo que los medios de comunicación deben evitar acciones que puedan avivar el conflicto. “Consideraré contrario a la paz del país que alguien incite (la violencia) desde Facebook”, señaló.

 

También pidió a los manifestarse contenerse: “¿En verdad quieren regresar a los viejos tiempos? Ahora mismo hay gente que sale a protestar ¿De verdad quieren volver atrás? Si es así, aplicaré la ley”.

 

El lunes por la mañana, el rey Bhumibol Adulyadej apoyó oficialmente a Prayuth para dirigir al país en un mandato real para la “reconciliación del pueblo“.

 

Veintiocho personas murieron desde noviembre en hechos esporádicos de violencia y más de 800 sufrieron heridas en ataques con granadas, tiroteos desde autos en movimiento y enfrentamientos a balazos.

 

Desde la semana pasada las fuerzas armadas tratan de limitar las protestas mediante la detención de figuras que podrían jugar papeles de liderazgo. La junta defiende la detención Shinawatra, la mayoría del gabinete de su depuesto gobierno y decenas de políticos y activistas.

 

También se ha ordenado a decenas de activistas, académicos y periodistas que se reporten ante las autoridades militares. Más de 200 —la mayoría considerados opositores del nuevo régimen— fueron convocados oficialmente en listas que se difunden por radio y TV.