La vida diaria en el Bordo de Xochiaca supera cualquier paupérrima realidad de la que se tenga referente en algún punto de América Latina. Familias de pepenadores, un total de mil 500 personas, y 500 animales no sólo viven de la basura sino en ella.
En un recorrido al tiradero de 700 hectáreas y pilas de 17 metros de alto de Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, para identificar la gravedad de la situación que viven animales utilizados para trasladar desechos, la fundación internacional Franz Weber (FFW) se encontró lo impensable: “un microclima”, una colonia en la que dejando de lado el acceso a la educación, habitan niños con grandes y graves problemas de desnutrición y salud, sólo por mencionar parte del caos.
En el marco de la campaña Basta de Tracción a Sangre (TaS) para erradicar la tracción animal en América Latina, el diagnóstico de la situación no fue mejor: los animales viven un maltrato severo, son expuestos a largas jornadas de trabajo, están mal alimentados y se encuentran en condiciones deplorables de salud.
“En Latinoamérica, en términos de calidad de vida, esto es lo peor de lo peor que haya visto. Es el fondo de la madriguera”, alertó Leonardo Anselmi, director para América Latina y España de la FFW.
Foto: Elideth Fernández
Esta realidad a la que se puede llamar “el fracaso como sociedad y como especie”, señala Anselmi, supera el ámbito de su lucha animalista y espera que la política pública, ausente por completo hasta ahora, se apersone a través de las instituciones y se haga cargo de la situación de forma urgente.
“No puede haber dignidad viviendo en la basura”, agregó sobre la comunidad que incluso hoy aparece reflejada día a día en las pantallas de TV del país a través de una novela que se transmite en horario estelar, pero que no ha generado las alertas que debería.
Las pocas ayudas brindadas hasta ahora, lo que llama “un respiro de dignidad”, lo dio la iniciativa privada a través de organizaciones de asistencia animal o de carácter religioso.
Foto: Elideth Fernández
Focos Rojos
A nueve meses de haber iniciado campaña en México, el activista argentino y también impulsor de la abolición de corridas de toros en Cataluña, España, señala que sin duda el Estado de México es el mayor foco rojo en cuanto a trabajos extenuantes y malos tratos por tracción a caballos, burros y mulas.
“El Estado de México es probablemente lo peor en tracción a sangre que haya visto”, afirmó Anselmi. Un estado donde se ha vivido dando la espalda a las personas debe preocupar y ser atendido.
Hasta ahora su iniciativa ha logrado sumar a 15 organizaciones para erradicar esta práctica en la entidad que reúne algunos de los cinturones de miseria más dramáticos de nuestra sociedad.
Foto: Elideth Fernández
Si bien en la mayoría de las localidades del país estos animales aún son usados para tirar carretas que trasladan basura, en tamaño la situación no es peor que en otros países. Pero hay otros estados que requieren atención cuando antes como Guerrero, San Luis Potosí, Oaxaca y Zacatecas.
“La buena noticia es que el problema en México no es tan grande como creímos… pero si muy grave”. Y la política pública, agregó, es el camino para encontrar una solución. Es un asunto que no se puede dejar a lo privado, enfatizó el experto animalista.
Uno de los estados en que prevé se puedan darse avances pronto es Veracruz, tanto en el puerto como en Boca del Río, donde sus autoridades han manifestado disposición.
Basta de tas, un plan a detalle
Tras una pequeña gira por el país, FFW junto con el Movimiento Consciencia difunde entre los gobiernos municipales su consultoría gratuita para eliminar esta forma de trabajo y aplicar un plan que sustituya la tracción animal por tracción motorizada, y que ya se ha aplicado con éxito en países como Uruguay, Argentina y Colombia.
El modelo desarrollado por expertos es preciso, “detalla paso a paso lo que debe hacerse, de tal forma que la administración que quiera tomarlo no tiene ni que preocuparse en elegir el color del que deben ir las motos. Todo está allí”.
Un ejemplo a nivel nacional será Guadalupe, Nuevo León, donde la organización logró hacer un frente común con los carretoneros del lugar a fin de pedir juntos al gobierno municipal un programa para mejorar la vida de estos pepenadores al cambiar animales por vehículos.
“Entendimos que no podíamos ser tan miserables y enfrentar a los más débiles de nuestra sociedad que son los pobres y los animales”, sostuvo Anselmi.
Foto: Elideth Fernández
El problema de Tracción a Sangre no puede ser una guerra. “No tiene que haber un ganador y un vencido. Requiere una solución. Lo que sí hay son víctimas que van de animales a niños, trabajadores y sus familias” señaló.
Basta de TaS ofrece un abanico de soluciones a problemas técnicos a los que se pueda enfrentar un gobierno para activar el programa, que va desde lo más visible que es sustituir a un vehículo de tracción animal por uno de tracción motora hasta lo que menos que es la formación y contención social, vital para que el proyecto no fracase así como soluciones financieras.
Ciertos de que los recursos no pueden salir de los trabajadores y el erario no puede resentirlo demasiado, presentan formas de obtener recursos e incluso algunas muy creativas.
Entre ellas el apoyo de grandes empresas que también son grandes generadoras de residuos para comprar algunos vehículos apelando a su compromiso social, así como publicidad en los motocarros.
La FFW ha trabajado en los últimos meses junto al diputado Jonathan Jardines Freire (PRD) en la redacción de una iniciativa de ley que permita crear un fondo que dotaría a municipios interesados en implementar el programa Basta de TaS, una vez que se adhieran a un reglamento también en fase de elaboración y aprobación.
El activista esta seguro que para esta propuesta habrá poca resistencia entre los legisladores. Se trata de eliminar una práctica arcaica, cruel y nociva de explotación.
Colombia, el mejor ejemplo
Colombia es el país que está haciendo mejor las cosas en la materia. Cuenta con el primer caso de éxito de cambio de tracción animal a motora.
Medellín es el parteaguas, localidad que desde 2009 sustituyó 300 caballos por motorizados en un periodo de dos años y medio. A partir de este modelo perfectible se hizo el de la campaña Basta de TaS, sumando experiencias de éxito de otros lugares.
Y el mejor de los casos a nivel mundial es Bogotá, que en menos de un año sustituyó tres mil caballos e integró un programa de contención social para las familias de los pepenadores que ha dado resultados rápidos y buenos. En un año 60 mil niños menos trabajan en las calles.
Si bien, agrega Anselmi, se debe a una serie de variables, la más importante fue la voluntad política del alcalde Gustavo Petro, quien se propuso hacerlo.