BRASILIA. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió al presidente de FIFA, el suizo Joseph Blatter, quien le entregó el trofeo que estará en juego a partir del 12 de junio próximo.

 

“Estoy muy animado con las próximas semanas que la comunidad del fútbol internacional tendrá el privilegio de pasar en este país, en este continente que es Brasil “, declaró Blatter, al aludir a los cinco títulos de la selección brasileña.

 

Por su parte, la mandataria brasileña defendió los el legado que dejará el país amazónico al mundo.

 

“Estamos preparados para ofrecer al mundo un maravilloso espectáculo. Una Copa sin racismo, por la paz, sin discriminación, en la que el futbol muestre de nuevo que es un extraordinario instrumento para los valores de diálogo, paz y respeto entre los seres humanos y las naciones”, resaltó Rousseff.

 

Rousseff, volvió a garantizar que los estadios, los aeropuertos, los puertos y todo el pueblo brasileño “están listos” para recibir “la Copa de las Copas”, como ella define al evento.

 

“A los brasileños y a los extranjeros que nos visiten, les aseguro que la estructura de seguridad va a proporcionar a todos la tranquilidad necesaria para aprovechar partidos, fiestas y paseos”, declaró.

 

Sobre las posibles manifestaciones que se esperan durante el evento, Rousseff se mostró cautelosa, “somos un país que respeta el derecho de manifestación, y que al mismo tiempo es capaz de respetar la voluntad de la mayoría de disfrutar del torneo”, finalizó la mandataria.