ATENAS. El primer ministro de Grecia, el conservador Andonis Samarás, estrenó su tercer gobierno cuando aún no se han cumplido dos años de su legislatura, en un intento de recuperar la popularidad perdida en las elecciones europeas.
De la veintena de ministerios con que cuenta el ejecutivo, diez han cambiado de titulares.
La intención de Samarás es introducir algo de aire fresco en un ejecutivo que apenas le ha durado un año, desde que la coalición tripartita que gobernaba (del partido conservador Nueva Democracia, ND, el socialdemócrata Pasok y el centroizquierdista Dimar) se rompiera por la decisión del primer ministro de cerrar abruptamente la radiotelevisión pública en junio del pasado año.
Menos de doce meses después, las elecciones europeas han dado un toque de atención a los partidos del Gobierno (ND y Pasok), que han perdido conjuntamente el 11% de sus votos frente a la oposición izquierdista de Syriza, que se proclamó vencedora de los comicios del 25 de mayo.
La mayor parte de la prensa del país coincide en que, pese a la entrada de caras nuevas, hay pocos cambios de fondo en el nuevo gabinete.
El puesto más importante, el de Finanzas, ha recaído nuevamente en un tecnócrata, el economista jefe de Eurobank Gikas Jarduvelis, un nombramiento que cumple dos objetivos: satisfacer a la troika de acreedores -al mantener a un personaje de carácter no partidista pero favorable a las reformas neoliberales- y lanzar un mensaje de cambio a la población, para quien el ministro saliente, Yannis Sturnaras, tenía mala imagen por las políticas de austeridad.
“Grecia tiene que encontrar su camino, no sólo debe enfrentarse a la troika. Hay mucho que hacer”, afirmó Jarduvelis en declaraciones al canal Antenna, citando el grave problema del paro y de los trabajadores no pagados.
Otro nombramiento polémico es el del nuevo ministro de Educación, Andreas Loverdos, quien en 2012, cuando era titular de Sanidad, desató una caza de brujas contra presuntas prostitutas con SIDA, muy criticada por las organizaciones de derechos humanos.
La oposición de Syriza ha rebajado el alcance de la remodelación del ejecutivo y ha pedido elecciones anticipadas.
En su discurso durante la primera reunión con su nuevo gabinete, Samarás prometió que el país saldrá en breve de los memorandos y los rescates firmados con los acreedores internacionales, que no habrá nuevas medidas de austeridad y que se reducirán los impuestos, todo ello sin caer en déficit presupuestario.
También prometió un crecimiento sólido, acompañado de superávit y la inminente reducción de los impuestos y del desempleo.
“Nuestro objetivo es salir de la recesión y del memorando de manera sólida, sin el déficit del pasado, con superávit”, destacó.
Samarás aseguró que no se firmará un tercer rescate, tal y como piden otras autoridades europeas, como el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, o el jefe del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem.
Además prometió que el nuevo Gobierno anunciará en otoño una reducción de impuestos.
“En los últimos dos años Grecia dio un decisivo salto adelante”, destacó Samarás.
“Hace dos años empezamos a trabajar para evitar el desastre. Ahora, por primera vez, somos optimistas sobre el futuro”, subrayó Samarás, que estrenó su tercer Gobierno en dos años de legislatura.