Brasil trató de dar una gran imagen al mundo, prometió renovar todos los estadios para la Copa del Mundo, construir impresionantes colosos con inversiones millonarias, con la más moderna arquitectura para sorprender no sólo a los aficionados, también a las autoridades de la FIFA, pero no lo consiguió, el retraso en las obras opacó las buenas intenciones.

 

La mejor muestra es el estadio de Sao Paulo. La tribuna tiene algunas fallas, al grado que difícilmente se podrá ocupar a su máxima capacidad. Se ha trabajado a marchas forzadas en busca de que esté en condiciones óptimas para la inauguración del evento algo que, ahora, parece imposible.

 

El único que está al cien por ciento es el Maracaná, testigo de la mayor desgracia en el futbol de ese país, donde el seleccionado de Brasil perdió la final de la Copa del Mundo en 1950 ante Uruguay, en una derrota que fue calificada como una desgracia nacional. Todos daban como un hecho el triunfo del “Scratch Du Oro”.

 

Ese inmueble que vio llorar a miles de seguidores, se encuentra totalmente renovado. Respetando su diseño original, el proyecto de remodelación incluyó la demolición del anillo inferior de los asientos, la construcción de un nuevo anillo que ofrece una mejor visibilidad, la expansión de las rampas de acceso, la sustitución de todos los asientos y un techo nuevo de material textil, que está diseñado para evitar a toda costa que cambie la apariencia del estadio visto desde el exterior.

 

La nueva cubierta que incluye un sistema de recolección de agua de lluvia. La fachada, protegida por el Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico, permanece intacta.

 

Además, invirtieron millones de dólares en una nueva iluminación, que es uniforme y eliminará las sombras, lo que permitirá una perfecta visibilidad en cualquier punto del campo. Y contará con cuatro pantallas de 98 metros cuadrados cada una.

Además, ya cuenta con doce estudios de televisión y 60 bares y cafeterías.

 

El Mineirao, Pernambuco y Fonte Nova se unen al Maracaná como los estadios sin problemas, mientras que el resto no se encuentra al cien por ciento, la mayoría por las gradas. Algunos defectos son mínimos, pero se han convertido en una pesadilla para las autoridades de la FIFA.

 

El estadio tiene nombre de periodista

Pocos reparan en que el Estadio Maracaná en realidad no se llama así, sino Estadio Jornalista Mario Filho, en honor a un periodista deportivo muy querido entre los cariocas. Entre otras cosas, fundó la competencia de escuelas de samba que se celebra hasta la actualidad durante el carnaval. El fue el principal promotor de la copa que enfrenta a los equipos de Río de Janeiro y Sao Paulo y gracias a la influencia decisiva de su periódico, el Journal dos Sports, el Estadio principal para el Mundial de 1950 se construyó en Maracaná y no en otro suburbio de la capital carioca.

 

 

LA FICHA

 

ESTADIO MARACANÁ
NOMBRE: Estádio Jornalista Mário Filho.
CONTRUCCIÓN: 1050
REMODELACIÓNES: 1994, 2013
AFORO ORIGINAL: 200 mil personas
AFORO ACTUAL: 73,531
Área del Terreno: 246,000 m2
SUPERFICIE CONSTRUIDA: 124,000 m2