El presidente estadunidense, Barack Obama, aseguró hoy que no descarta “ninguna opción” para detener el avance de los yihadistas en Irak y para ayudar al gobierno del primer ministro Nuri al Maliki de la manera más efectiva.

 

 

Obama, que recibió a la prensa antes de reunirse con el primer ministro australiano, Tony Abbott, dijo que Irak se encuentra en una “situación de emergencia” y Estados Unidos “buscará cómo proveer asistencia más efectiva”.

 

 

“No descartamos nada para que los yihadistas no consigan consolidar su presencia en Irak”, afirmó.

 

 

Obama dijo que “se requieren ciertas acciones militares de manera inmediata y nuestro equipo de seguridad nacional está analizando todas las opciones”.

 

 

Al mismo tiempo, el mandatario recordó que debe haber un “componente político” para resolver la situación, así como una mayor cooperación de la comunidad internacional.

 

 

El Estado Islámico de Irak y el Levante, organización extremista suní con presencia en Siria e Irak y que rompió recientemente con Al Qaeda, controla ya ciudades iraquíes como Mosul y Tikrit y está ya amenazando Bagdad.

 

 

Importantes líderes republicanos criticaron hoy que Obama decidiera retirarse de Irak totalmente a finales de 2011 y pidieron un cambio de política que incluya acciones más decisivas para ayudar al Gobierno del primer ministro Al Maliki, entre ellas cobertura aérea.

 

 

Obama aseguró hoy que han mantenido intensas consultas en los últimos meses con las autoridades de Bagdad y se les ha provisto con asistencia en equipos militares e inteligencia, pero reconoció que eso no va a ser suficiente y será necesaria “más ayuda por nuestra parte y la comunidad internacional”.