Las discusiones en el Senado sobre las leyes secundarias de la reforma energética genera inquietudes entre los expertos del sector, pues señalan que se ha priorizado el protagonismo político a las necesidades reales del país por lo que se ha dejado de lado temas importantes.
“Lo que esperaría es que en el futuro se le pueda otorgar mayor autonomía a la Comisión Nacional de Hidrocarburos de manera que se pudiera asegurar la independencia y la neutralidad de la comisión”, dijo a 24 HORAS Luis Miguel Labardini, socio experto en materia energética de la firma Marcos y Asociados.
Por su parte, Miriam Grunstein, profesora y experta en temas energéticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), afirmó que ha faltado sustancia en varios temas durante la discusión sobre la Ley de Hidrocarburos, al dejar que se discutiera por separado el régimen económico de los combustibles.
“La discusión se queda incompleta porque la ley no incluye el modelo económico. Si lo divides es como hablar de pasteles y decir tengo harina, pero no tengo huevos, no tengo leche, no tengo mantequilla. A esa ley le falta un elemento muy importante de mucha sustancia para discutirse de forma articulada. Esa es mi mayor preocupación”, señaló.
Las leyes secundarias de la reforma energética aprobada en diciembre pasado han sido divididas en partes y los legisladores del Congreso de la Unión decidieron discutirlas y aprobarlas por separado en lugar de hacer el debate en un bloque.
Asimismo, iniciaron con la Ley de Hidrocarburos, después con la legislación de las industrias eléctrica y geotérmica. También debatirán las leyes de Pemex, CFE, el nuevo régimen económico de los combustibles y el nuevo rol de los órganos regulatorios que tendrán autonomía de gestión y presupuestal, como la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
“El dictamen está contribuyendo a mejorar la Ley de Hidrocarburos, está otorgándole una mayor relevancia a la Comisión Nacional de Hidrocarburos. No sé si sea suficiente. Desde mi punto de vista, todavía se le otorgan a las Secretarías de Energía y de Hacienda una autoridad que podría representar una tentación de influencia política y de intervención política en estos asuntos”, expresó Labardini.
Temas delicados
La semana pasada, el debate se tensó debido a las posturas por la posibilidad de expropiar terrenos y hacer uso en éstos para la fracturación hidráulica para la extracción del gas shale, pues legisladores se acusaron entre sí de “entregar” el petróleo de los mexicanos y las tierras de miles de campesinos.
Según senadores de izquierda, lo anterior implica expropiar tierra en beneficio de particulares para permitir, entre otras cosas, la fracturación hidráulica para extraer gas.
En la iniciativa que el presidente Enrique Peña Nieto envió al Senado, sobre esa ley eléctrica, no se incluía llegar a expropiar tierras y propiedades, pero PRI y PAN lo incluyeron.
No obstante, los expertos afirmaron que la ley debe especificar que debe haber primero una negociación entre la empresa y el dueño del terreno que será explotado, si no se llega a un acuerdo, el Estado será el que tomará la decisión final.
“Ciertamente las empresas prefieren una solución negociada porque eso les da una imagen de sustentabilidad social muchísimo más aceptable”, explicó Miriam Grunstein.
“La ley dice que en el caso de que las partes no se pongan de acuerdo, el Estado tiene el derecho y la obligación de establecer una certidumbre del terreno para la buena realización de las actividades de petróleo y gas. Esa normatividad es necesaria”, agregó por su parte Luis Miguel Labardini.
Ambos especialistas afirmaron que es necesario tener reglas claras en cuanto a la expropiación de terreno para evitar polémicas y enfrentamientos como ha pasado en Oaxaca con la instalación de empresas de energía eólica.
“También debería de aplicarse a la minería y a todo lo que tiene que ver con la generación de electricidad con energía renovable, porque de no existir unas reglas tan claras como las que establece la Ley de Hidrocarburos, vamos a enfrentarnos a una situación en donde las partes nunca se van a poner de acuerdo”, argumentó Labardini.
Reglas claras para evitar incidentes
“Los riesgos (en fracking) son similares a los riesgos de cualquier industria en el mundo. Todas las industrias tienen riesgos. La industria que produce papel, la industria que produce hierro, la industria minera, y no por eso vas a dejar de desarrollar la industria. Lo que tienes que hacer es establecer reglas claras y ejecutar estrictamente esas reglas para evitar que haya incidentes, aseguró Luis Miguel Labardini, socio experto en materia energética de la firma Marcos y Asociaciados.
La fracturación hidráulica o “fracking” tiene el objetivo de liberar gas natural a gran profundidad mediante un proceso que requiere grandes volúmenes de agua, arena y productos químicos que son bombeados intensamente bajo tierra.
Esta actividad se ha relacionado además con la contaminación del agua subterránea, la actividad sísmica y otros
“Lo importante es garantizar la integridad del pozo particularmente a la proximidad del manto acuífero. Eso es lo que están haciendo en Estados Unidos. En los estados donde se produce el fracking, como Pensilvania, Texas, Oklahoma y Dakota del Norte, se autoriza esta actividad siempre y cuando se cumplan con ciertas normas muy estrictas de operación. Nosotros en México debemos hacer lo mismo”, indicó el experto.
Por esta razón, es necesario que la nueva Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos deberá tener las facultades necesarias para reglamentar la industria y que el debate tiene que incluir a ingenieros químicos, biólogos, científicos de la salud y geofísicos, dijo.
Sin embargo, recordó que no se debe de frenar la industria, ya que la comercialización y producción de gas aumentará la competitividad y el abasto de combustible en el país, lo que hará bajar el precio.