Cuando Guillermo Ochoa declaró, la semana anterior, que no era lo mismo estar con la duda de si iba o no a alinear, a estar pensando en el rival, lo único que hizo fue corroborar que la tensión que el Piojo Miguel Herrera, timonel del Tri, decidió mantener en la Selección Nacional casi hasta el último momento, para anunciar a su alineación titular, vaya que fue un acicate que mantuvo nervios y atención de cada uno de los integrantes del combinado verde concentrados al máximo.

 
Ochoa respiró profundo cuando le fue anunciada su titularidad el pasado lunes por la noche, como lo habrán hecho algunos otros de los inicialistas que aún tenían cierta espinita de duda; algo que sin duda, al final benefició a un equipo que se vio concentrado en todas sus líneas, pero sobre todo dispuesto a no dejar que ningún error les arrebatara lo que habían trabajado.

 
Nada más ver la manera en que Héctor Moreno, Rafael Márquez y Juan José Gallito Vázquez se revolvieron en aquel fallo de cabeza de Francisco Javier Rodríguez que terminó con una melé en el un bosque de piernas mexicanas en el área. Y ni hablar de la atajada final de Ochoa, cuando, de nuevo, como en el amistoso ante Portugal, parecía que un descuido en la marca le arrebataría un resultado a las huestes del Piojo.

 
Por eso el panorama para medirse a Brasil mañana en Fortaleza despeja los nubarrones que se crearon en la última etapa de amistosos que jugó el Tri en Estados Unidos. Por eso los rostros adustos de gente que parecía segura inicialista y que ha tenido que comer banca durante el último entrenamiento Tricolor antes de partir a su cita con el anfitrión.

 
Javier Hernández lo había dicho en la previa del juego ante Camerún, “estoy cansado de que se me considere un relevo de lujo”, triste muestra de que ahora Chicharito ni siquiera fue relevo de lujo está en la que se perdió a pase servido de Layún ante Camerún. Normal, entonces, resultó verlo en la última práctica verde, en el estadio del club ABC Futbol Club de la categoría C brasileña, con especial atención en sus disparos a puerta, que practicó una y decenas de veces más.

 
¿El secreto del Piojo?, tensión y confianza. Así ha mantenido a sus hombres, en férrea competencia por un lugar en el 11 titular, y jugando así, ya lo dijo el Rey Pelé, y hasta el timonel de la canarinha, México podrá ganar o perder ante el anfitrión mañana en Fortaleza, pero de que será una molesta piedra en el ojo, en el zapato, o donde quieran; ya lo ha dicho Miguel, claro que lo será.