Autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) confirmaron que los tres empleados de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que desaparecieron a finales de abril en Guerrero, cuando participaban en campañas de apoyo a la sociedad, fueron encontrados sin vida en una fosa clandestina en Coyuca de Benítez, Guerrero.

 

 

El fin de semana, la Procuraduría guerrerense adelantó que el hallazgo se realizó en la comunicad conocida como El Ranchito del referido municipio.

 
Las víctimas, identificadas como Gustavo Abarca Radilla, Héctor López Torres y Carlos López Sánchez, eran empleados de Sedesol, y en concreto de Diconsa.

 
Para la identificación de las víctimas se realizó un trabajo conjunto entre especialistas federales y estatales en materia de genética forense.

 
“Se determinó que existe correspondencia en un 99% entre las muestras recabadas a los occisos y las de sus familiares, las cuales fueron tomadas por servidores públicos de cada una de las enunciadas dependencias en distintos momentos”, señaló la Procuraduría estatal en un comunicado.

 
Cabe señalar que por este caso ya fue detenido y consignado Orlando Tecuchillo Pérez, identificado según trabajos de investigación como uno de los implicados en el secuestro y homicidio de los funcionarios federales, pero las instigaciones continuarán porque hay órdenes de aprehensión en contra de más personas, entre ellas de la misma familia Tecuchillo.