El gobierno federal presentará en las próximas semanas, la estrategia nacional de inclusión financiera, en la cual se plasmarán las acciones a desarrollar por los distintos actores del sector público y privado en un marco que garantice la solidez y estabilidad del sistema.

 

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) detalló que esta estrategia contempla cinco objetivos: favorecer la sustitución del dinero en efectivo por dinero electrónico impulsando el uso de medios de pago electrónicos.

 

Además, utilizar más y de mejor manera, nuevas tecnologías que permitan el acceso a servicios financieros a la población; lograr la bancarización total de programas sociales y nóminas gubernamentales, y apoyar el acceso al financiamiento para personas que usualmente no han tenido acceso al crédito, para que puedan generar historiales crediticios.

 

Asimismo, trabajar de la mano con el sector privado para instalar infraestructura financiera como sucursales, cajeros automático o corresponsales bancarios en todos los municipios de la región sur y sureste del país.

 

En el Informe Semanal de su Vocería, señaló que lograr un sistema financiero incluyente ha sido un objetivo prioritario de política en varios países del mundo y, en especial, en México, donde se han dado importantes avances.

 

En los últimos años, agregó, se ha logrado consolidar un sistema financiero con altos niveles de capitalización pero que presta poco, presta caro y cuyos beneficios no llegan a toda la población.

 

Y es que, expuso, cerca de 20 por ciento de la población adulta en México no utiliza ningún servicio financiero formal o informal, y casi la mitad de estas personas radica en zonas rurales y en su mayoría son mujeres.

 

Asimismo, apuntó, 60 por ciento de la población adulta utiliza servicios financieros informales como las tandas o préstamos de fuentes no formales.

 

Desafortunadamente, esto implica un riesgo en el patrimonio de las personas al quedar expuestas a fraudes u obligadas a pagar tasas de interés de hasta 200 por ciento anual, manifestó.

 

Además, alrededor de la mitad de los municipios rurales (con menos de 50 mil habitantes) del país no cuentan con una sucursal bancaria o infraestructura financiera como cajeros automáticos.

 

Comentó que esta condición se agrava en las zonas sur y sureste de México, en donde se tienen menos de tres cajeros automáticos por cada 10 mil adultos, mientras que el promedio nacional es de cinco cajeros por cada 10 mil habitantes.

 

Aunado a lo anterior, la cantidad de crédito que otorgan los intermediarios financieros en México es muy baja en comparación con otros países, señaló la Secretaría de Hacienda.

 

Indicó que en México la penetración de financiamiento como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) es de 28 por ciento, mientras que el promedio en América Latina es de más del 50 por ciento y en Chile esta proporción es cercana a 70 por ciento.

 

Además, el crédito es particularmente escaso para las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que son las que generan tres de cada cuatro empleos en nuestro país, lo que impacta la habilidad de los emprendedores para iniciar y hacer prosperar su negocio.

 

 

Las mujeres enfrentan barreras de acceso a los servicios financieros

 

La SHCP apuntó que el problema de la inequidad y exclusión tiene además un componente de género que es muy importante. Por ejemplo, en México menos de la mitad de las mujeres acceden a mecanismos formales de financiamiento.

 

En general, añadió, las mujeres enfrentan diversas barreras de acceso a los servicios financieros; obstáculos económicos, educativos y culturales que les impide tener acceso a este tipo de servicios.

 

Ante esta situación, recordó, se presentó en mayo de 2013 la iniciativa de Reforma Financiera, la cual fue discutida, enriquecida y aprobada por el Congreso de la Unión y promulgada el pasado 9 de enero.

 

Esta reforma modificó 34 ordenamientos legales con el objetivo fundamental de que haya más crédito y más barato, además de establecer la obligación en ley de adoptar una perspectiva de género para la Banca del Estado Mexicano.

 

Con este objetivo, la banca de desarrollo jugará un papel fundamental al apostar por las mujeres, ya que prestarles a ellas es un negocio de bajo riesgo, agregó.

 

Indicó que para coordinar los esfuerzos de las distintas dependencias y del sector financiero en la materia, México cuenta con el Consejo Nacional de Inclusión Financiera, organismo de asesoría, encargado de implementar y dar seguimiento a la Política Nacional de Inclusión Financiera.

 

Como muestra del liderazgo de México en materia de fomento a la inclusión, este 26 de junio se llevó a cabo en el país el Foro Internacional de Inclusión Financiera (FIIF), con la participación de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

 

Apuntó que el FIIF constituyó una plataforma importante para intercambiar experiencias sobre el tema a nivel internacional, las cuales servirán a México en el desarrollo e implementación de la política de inclusión.

 

La Secretaría de Hacienda resaltó que el acceso a los servicios financieros básicos permite a las familias nivelar su consumo e incrementar la inversión en educación y salud, así como asegurarse ante posibles eventos que ponen en riesgo su patrimonio.

 

Para las empresas, contar con fuentes de financiamiento incentiva la inversión en tecnologías que incrementen su productividad, lo que es fundamental para el desarrollo y crecimiento de las mismas, anotó.

 

Además, afirmó, la inclusión financiera es un elemento clave para un crecimiento incluyente, ya que contribuye a cerrar la brecha de género y desigualdad.

 

“Esta es la visión del gobierno de la República y seguiremos trabajando en ella de manera coordinada entre las instituciones del sector público y privado para lograr un mayor crecimiento, más incluyente en beneficio de todas las familias mexicanas”, expresó la SHCP.