La producción de Martin Glover, mejor conocido como Youth, logró que una banda de una generación obscura e histórica, sonara un poco más feliz, con acordes y melodías de voz que pudieron renovarlos y que les permitió sacar un disco decoroso en pleno 2014.
Echo & The Bunnymen sorprende con este material de estudio y encanta en algunos de los tracks, sin embargo, es inevitable que cuando suena la voz de Ian McCulloch, quisiéramos percibir el mismo estilo post-punk y new wave de antaño, sin embargo, todo tiene que cambiar o morir.
Después de 12 discos de estudio y 36 años de carrera, la pieza se encuentra llena de coros pegajosos, que también se deben mucho al trabajo de Glover, quien ha realizado distintas producciones con bandas de britpop; aspecto que a mi parecer, fue excesivo al grado de mermar un poco la personalidad real de Echo & The Bunnymen y hacerlos sonar como una banda de nueva generación.