Comex es una de las marcas mejor conocidas en México y una de las empresas más codiciadas por su posicionamiento en los mercados en los que participa.

 

 

Por esas razones es que se entiende fácilmente que la familia Achar -propietaria de Comex- haya recibido en tan sólo año y medio, dos ofertas de compra de dos gigantes estadunidenses como Sherwin Williams, que buscó comprarla en noviembre de 2012, y recientemente de PPG Industries Inc.
Ambas ofertas le pusieron un precio similar a la compañía mexicana: dos mil 340 millones de dólares ofertó Sherwin Williams en una frustrada operación que se canceló en abril pasado; mientras que dos meses después, PPG Industries Inc. ha cerrado la compra de la empresa mexicana de pinturas en dos mil 300 millones de dólares, una operación aún sujeta a las autorizaciones de los reguladores en ambos mercados.
Y no es para menos. Según estudios de mercado más de 90% de la población reconoce a Comex, una marca que posee 52% del mercado de pinturas con tres mil 300 puntos de venta y casi ocho mil empleados. Una corporación “self-made” que se construyó a lo largo de seis décadas y que innovó en México al convertir a empleados y socios en emprendedores de la ya consolidada fábrica nacional de pinturas, osando competir con marcas del calibre de la centenaria Sherwin-Williams. Pues bien, los Achar jugaron la partida y la ganaron y ahora han cerrado una operación con PPG Industries Inc. por un monto que duplica sus ventas anuales.
Ya Sherwin Williams intentó en 2012 comprar Comex en una torpe operación que previsiblemente sería rechazada por la Comisión Federal de Competencia dada la fuerte concentración de mercado que surgía de esa fusión.
Así ocurrió y Sherwin Williams prefirió dar por terminado su intento de compra, aduciendo lentitud de las autoridades antimonopolios del país, cuando en realidad los estadunidenses no atendieron la gestión en los tiempos requeridos. Como competidores que son en el mismo mercado, se beneficiaron de la información obtenida de Comex y ahora enfrentan un litigio con la mexicana por aquella frustrada operación.
Con PPG Industries Inc. -un corporativo con 15 mil millones de dólares en ventas que produce y distribuye pinturas, recubrimientos, vidrio, fibra de vidrio, productos ópticos y que en México tiene una pequeña participación de mercado- la situación parece ser distinta.
Así que todo apunta a que la operación de compra no enfrentará resistencias de las autoridades de competencia y es probable que hacia octubre o noviembre próximo la venta se haya concluido.
Con esta importante operación, no sólo se abultará la cifra de la inversión extranjera directa que registra la Secretaría de Economía, sino que dos generaciones de los Achar habrán concluido un largo y exitoso ciclo de negocios en el país.

 

 

SÍGALE LA PISTA…
Si el espíritu de las reformas constitucionales apunta a defender el interés público y, por lo tanto, la competencia de mercados en beneficio de los consumidores; entonces, los legisladores deben asegurarse que las leyes secundarias así lo garanticen. El problema -con el tema de las telecomunicaciones- es si los legisladores efectivamente responden al interés público o a los grandes intereses de los capitales privados.