Por acuerdo de la Comisión Permanente del Congreso, hoy a las 11 de la mañana el Senado de la República realizará una reunión extraordinaria a fin de desahogar el dictamen de las leyes secundarias de telecomunicaciones y de radiodifusión.
Así que si todo camina como lo han mostrado las tendencias para la votación de los legisladores allí representados, este día el Pleno del Senado aprobaría en lo general el dictamen de las Comisiones Unidas de Comunicaciones y Transportes; Radio, Televisión y Cinematografía; y de Estudios Legislativos.
También se espera la discusión en el Pleno de los artículos reservados -entre los que se encuentra la tan discutida “preponderancia de un operador” por su participación de mercado en un sector o en alguno de los servicios que presta- y es de prever que con los votos del PRI, del Verde y de algunos panistas; el dictamen quede aprobado sustancialmente como lo presentaron las comisiones unidas.
Con esta votación del Pleno del Senado, las leyes pasarían a la Cámara de Diputados para que la próxima semana sean discutidas y votadas en periodo extraordinario, en un órgano en el que tampoco se esperan mayores cambios a la redacción final de la ley, dado el peso de los votos partidistas.
Como ha ocurrido ya con otras leyes trascendentes para el país que se han discutido y aprobado en el Congreso en los últimos meses, el gran ausente en todo este debate han sido los ciudadanos.
Me temo que poco o nada saben acerca de la sustancia de la discusión y mucho menos de las afectaciones -positivas o negativas- para sus bolsillos, para su capacidad de elección en estos mercados de servicios, y mucho menos las afectaciones -si las hay- a su derecho a la información.
Más bien me parece que entre los ciudadanos se tiene la sensación de que esta discusión se reduce a un pleito entre los dos gigantes en disputa, Telmex y Televisa, con los apoyos y afectos del gobierno federal para la televisora.
Si alguien se propuso que toda la discusión se redujera ante los ojos ciudadanos a sólo un pleito de poder económico entre estos dos gigantes, la estrategia funcionó y hoy los ciudadanos tienen esa percepción.
La sustancia informativa del debate que ofreciera luz a los ciudadanos sobre un asunto tan importante para su futuro, no prevaleció en los grandes medios que -dicho sea de paso- mostraron su inclinación a defender sus intereses particulares, dejando a un lado a sus lectores y usuarios de la información.
Quienes sí buscaron y analizaron la información fina de los contenidos de los dictámenes y de las leyes que se vienen configurando para reglamentar la reforma constitucional a las telecomunicaciones y radiodifusión, fueron los inversionistas. Y es que cuando se trata de dinero, la información es un valioso combustible.
Para los inversionistas las preguntas relevantes se dirigen a esgrimir las oportunidades de rentabilidad empresarial que ofrecerán estas nuevas leyes. En una palabra: ¿quién gana y cuánto? Y en esa respuesta el comportamiento de los precios de las acciones manda porque los precios accionarios son la síntesis de las expectativas de los inversionistas.
La conclusión bursátil es que las acciones de Televisa son las quintas más ganadoras del mercado en el año, con una alza de 17.8%. Pero en los últimos 12 meses -desde que se inició la discusión de la reforma constitucional- Televisa ha sido la tercera acción más ganadora de la muestra del IPC con un crecimiento de 47.4%. La acción de América Móvil, de Carlos Slim, acumula una pérdida de 2.6%.
Así que -más allá de cualquier consideración- los inversionistas ven que estas nuevas leyes que se aprobarán hoy en el Senado, le abren a la empresa de Azcárraga Jean un enorme potencial y un futuro prometedor.