WASHINGTON. Cuando la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA por su siglas en inglés) interceptó durante cuatro años las cuentas en línea de extranjeros a los que tenía permiso legal para vigilar, también registró las conversaciones de nueve veces más usuarios comunes de internet, tanto estadunidenses como extranjeros, según una investigación realizada por el diario The Washington Post.
Casi la mitad de esos archivos de vigilancia contenían nombres, direcciones de correo u otros detalles que la NSA clasificó como pertenecientes a ciudadanos o residentes estadunidenses, dijo el Post en un artículo publicado en su página web el sábado por la noche.
Aunque la agencia federal intentó proteger la privacidad de esas personas, ocultando más de 65 mil referencias a individuos, el diario dijo haber encontrado casi 900 direcciones de correo electrónico que podrían, con considerable certeza, asociarse a ciudadanos y residentes de Estados Unidos.
En el material revisado por el periódico había unas 160 mil conversaciones de correo electrónico y mensajes de texto, algunas de cientos de páginas y 7 mil 900 documentos tomados de más de 11 mil cuentas virtuales.
Estos documentos, proporcionados al Post por el ex analista de la NSA Edward Snowden, se remontan a la primera legislatura de Barack Obama, entre 2009 y 2012.
Al mismo tiempo, los mensajes interceptados contenían material de importante valor de inteligencia, dijo el Post, como información sobre un proyecto nuclear secreto en el extranjero, un supuesto aliado que hacía tratos por otro lado, una calamidad militar sufrida por una potencia no aliada y las identidades de intrusos agresivos en redes informáticas estadunidenses.
Como ejemplo, el diario dijo que los archivos mostraban meses de comunicaciones rastreadas entre decenas de cuentas con alias que llevaron directamente a la captura en 2011 de un paquistaní que construía bombas y sospechoso de un atentado en Bali en 2002. El Post dijo que algunos ejemplos no habían sido publicados, por petición de la CIA, porque podrían comprometer investigaciones en curso.
La vida cotidiana de más de 10 mil usuarios de cuentas que no eran objetivo de vigilancia fue catalogada y guardada, dijo el periódico, que describió material que narra “historias de amor y desamor, aventuras sexuales ilícitas, crisis de salud mental, conversiones políticas y religiosas, ansiedades financieras y esperanzas rotas”. El material recogido incluye más de 5 mil fotografías privadas.
La información que Snowden proporcionó al periódico procede de las operaciones de la NSA dentro del país, que se enmarcan en la amplia autoridad que concedió el Congreso a la agencia en 2008 con enmiendas a la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, dijo el Post.
La ley indica que la NSA sólo tenga como “objetivo” a ciudadanos extranjeros que se encuentran en el extranjero, a menos que obtenga una orden judicial sobre una causa probable de un tribunal especial de vigilancia, dijo el diario. La “recogida accidental” de comunicaciones de terceros es inevitable en muchas formas de vigilancia, según el diario.
En el caso del material proporcionado por Snowden, los usuarios de una sala de chat visitada por un objetivo y que simplemente leyeron su conversación, se vieron incluidos en la recogida de datos, cuando se vigiló el protocolo de Internet de un servidor informático utilizado por cientos de personas.