JERUSALÉN. El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, anunció su decisión de romper la coalición que su partido mantenía con el Likud, del primer ministro Benjamin Netanyahu.
El anuncio -que se produjo tras una fuerte discusión anoche en el seno del gabinete de Seguridad- supone un serio aviso a Netanyahu y coloca la amplia y heterogénea coalición de gobierno en estado crítico.
Según la prensa israelí, Lieberman y Netanyahu se enfrentaron verbalmente después de que el primero le recriminara “la tibia respuesta” que en su opinión se está dando al movimiento islamista Hamás tras el hallazgo de los cadáveres de tres estudiantes israelíes desaparecidos hace tres semanas en la Cisjordania ocupada.
Israel acusa del crimen a dos miembros del ala militar de Hamás, expresos en cárceles israelíes, a los que busca desde el mismo día en el que los jóvenes desaparecieron en un cruce cercano al bloque de colonias de Gush Etzion.
En este operativo militar, todavía en marcha, han sido detenidas cerca de 500 personas, la mayor parte de ellas miembros de Hamás en Cisjordania, y desmanteladas diversas instituciones civiles y de propaganda vinculadas al grupo.
Además han muerto siete personas -cinco de ellas por disparos del Ejército israelí- y varias más han resultado heridas.
Al descubrirse los cadáveres, Netanyahu afirmó que el plan de respuesta constaba de tres fases: hallar a los culpables, destruir la infraestructura de Hamás e impedir el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza, que se ha incrementado desde que le pasado 12 de junio desaparecieran los jóvenes, dos de ellos menores.
El tipo de respuesta mantiene dividido desde entonces el gabinete de Seguridad, con una facción que exige una respuesta militar más dura y otra que aboga por la mesura.
Además de Lieberman -que vive en una colonia-, en la opción de la respuesta dura también se alinea el ministro de Finanzas y líder nacionalista y pro colono, Naftalí Bennet, mientras que en la vía de la mesura están la ministra de Justicia, Tzipi Livni, y su colega de Economía, Yair Lapid.
Junto a las acciones contra Hamás, el gabinete de Seguridad también ha aceptado una propuesta del ministro de Defensa, Moshe Yaalon, para construir nuevas colonias en la zona de Gush Etzion, pese a que la comunidad internacional las considera ilegales.
Lieberman ya criticó con dureza la política de Netanyahu al afirmar que consideraba “un error” grave negociar con Hamás para tratar de evitar el lanzamiento de cohetes y salvar la tregua alcanzada en 2012, con mediación de Egipto, que puso fin a la operación “Pilar Defensivo”.
Según cifras del Ejército israelí, desde que los jóvenes desaparecieran han sido lanzados desde Gaza más de 150 cohetes, que han causado daños materiales y heridas leves a dos soldados.
Al disparo la aviación israelí ha replicado con bombardeos sobre la Franja en los que han muerto doce milicianos de Hamás y del grupo radical palestino “Yihad Islámica” y un niño de siete años.