El nuevo régimen fiscal que tendrán Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) abre la posibilidad a mejorar la competitividad del sector energético del país, ya que habrá más oportunidades para que participen otros jugadores en esta industria.

 

 

Esto, según expertos, beneficiará tanto al país como las nuevas empresas productivas del Estado, porque ya no existirán monopolios y rezagos tecnológicos que afectan actualmente la producción de gas y petróleo, situación que provoca que actualmente el gobierno federal tenga que importar combustibles desde Estados Unidos.
“Sí tiene un régimen fiscal pesado Pemex, pero no podemos hablar de una desventaja competitiva, porque no conocemos cuánto van a pagar las otras empresas”, dijo a 24 HORAS Miriam Grunstein, profesora y experta en temas energéticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
El martes, miembros del PRD manifestaron preocupaciones por el nuevo régimen fiscal que se está debatiendo en el Congreso de la Unión, debido a que ven un riesgo para ambas paraestatales.
Luis Miguel Labardini, socio y experto en temas energéticos de la firma Marcos y Asociados, consideró que precisamente lo que busca el nuevo régimen fiscal es darle racionalidad empresarial a la toma de decisiones de Pemex y CFE, liberándolas del sistema anterior.
“Era un régimen que muy claramente sometía a las empresas a la Secretaría de Hacienda y a los objetivos y estrategias del gobierno federal. Lo que hace este nuevo régimen fiscal es que va a incorporar a Pemex y a CFE a un régimen mediante el cual ellas son convertirían en un contribuyente más. Eso a mí me parece muy positivo”, explicó.
Agregó que la petrolera, específicamente, transitará de un régimen de asignaciones a uno de contratos, mediante el cual “se reducen significativamente las regalías y las aportaciones de Pemex al gobierno federal, a través de una participación de producción o de utilidades”.
“Eso hace que Pemex reaccione y actúe más como una empresa productiva del Estado que es esto precisamente el objetivo”, expuso.
Con el nuevo régimen fiscal, dijo Miriam Grunstein, ambas paraestatales dejan de recibir asignaciones y migrarán hacia un sistema de contratos, en el que tendrá que competir como cualquier otra empresa privada.
“Pemex va a tener muchas desventajas por muchos lados porque, en primer lugar, está administrada por burócratas y las empresas privadas están administradas por empresarios. Todavía es muy difícil saber cuánto van a pagar las empresas privadas porque la Ley de Ingresos sobre los Hidrocarburos no está aprobada y ahí no hay montos específicos. Entonces, ¿desventaja frente a qué? ¿Frente a qué proyectos?”, cuestionó.

 

 

Debate estéril

En cuanto al debate sobre el contenido nacional en el que algunos legisladores piden un porcentaje específico para que un mínimo de empresas mexicanas laboren en la industria energética del país, los expertos coinciden que esto es irrelevante y no beneficiará al sector.
“Hemos tenido regímenes muy cerrados en materia energética y siempre era un grupo de beneficiados que se quedaban con todo. Para mí, una política de porcentajes de contenido nacional rígido podría llevar a fortalecer el capitalismo de los cuates”, opinó Grunstein sobre esta discusión.
Para Luis Miguel Labardini se puede incentivar la industria local mediante políticas públicas que promuevan la creación de un clúster petrolero en México, con apoyos financieros, normatividad y simplificación administrativa, como lo han hecho otros países como Noruega o Singapur.

 

“Incentivar la industria local se puede hacer con políticas públicas, no a través de un decreto de porcentajes”, concluyó.

 

Preocupa que licitación sea por CNH: Concamin

 

La Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin) manifestó su preocupación de que la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) sea la entidad que vaya a realizar los procesos de licitación y asignar los contratos para la exploración y extracción de combustibles.

 
A través de un comunicado, Francisco Funtanet Mange, presidente del organismo, afirmó que los industriales apoyan la reforma energética y sus legislaciones secundarias, porque es la mejor opción para el desarrollo económico del país.

 
“Sin embargo”, dijo, “vemos con preocupación que sea la CNH quien vaya a realizar los procesos de licitación y asignar los contratos. Creemos que quien debe hacerlo es el propio Petróleos Mexicanos, con una absoluta transparencia, a efecto de no politizar la toma de decisiones en esta materia”, dijo.

 
La reforma energética impulsada por el gobierno federal busca reforzar a los reguladores como la CNH y quitarle el monopolio de Pemex, al abrir el sector energético a la iniciativa privada.

 
Asimismo, será la CNH la que otorgará los contratos y asignará los proyectos.

 
“Es ilógico que sea la CNH quien asigne los contratos, ya que ésta será nombrada por dos terceras partes del Senado de la República, lo cual podría llevar a la tentación de politizar temas estrictamente técnicos, y con ello politizar también la competitividad y el progreso de nuestro país”, expresó Funtanet.

 
Por esta razón, propone que siga siendo Pemex -como es el caso actualmente- la entidad que otorgue las asignaciones, ya que cuenta con la experiencia, la tecnología y el capital humano para decidir sobre las alianzas entre los sectores público y privado.