WASHIGTON. Una niña nacida con el virus del Sida (VIH) que se creía libre del mal está todavía infectada, en lo que supone un duro revés para las esperanzas de encontrar una cura a la enfermedad, anunciaron las autoridades de EU.

 

El informe de la curación dado a conocer en marzo del 2013 hizo albergar la esperanza de una cura para los recién nacidos infectados con el VIH mediante un tratamiento inicial y agresivo, e incluso para los adultos que acaban de contraer el mal.

 

En una conferencia telefónica el jueves organizada por el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), la pediatra Hannah Gay, del Centro Médico de la Universidad de Misisipi en Jackson y quien trató a la recién nacida con antirretrovirales, aseguró que el hallazgo de que aún está infectada fue como recibir “un golpe en el estómago“.

 

Antes de este caso solo se conocía otro de curación del VIH, el del norteamericano Timothy Brown, conocido como “el paciente de Berlín“, que se sometió a un tratamiento novedoso para tratar la leucemia con células madre de un donante resistente al virus causante del Sida.

 

Brown recibió un trasplante de médula ósea de un donante que tenía una mutación del receptor CCR5. Las personas sin ese receptor parecen ser resistentes al VIH.

 

La noticia de la curación de la niña fue recibida con entusiasmo a nivel mundial en marzo del año pasado.

 

Deborah Persaud, del Centro Infantil Johns Hopkins y principal autora del informe sobre el caso publicado en la revista científica New England Journal of Medicine, dijo entonces que era una prueba de que la infección con el VIH podía ser curable si se replicaba el caso de la pequeña.
Persaud dijo este jueves que el hecho de que la niña estuviera libre del virus durante dos años no tiene precedentes.

 

El virus de la niña, que tiene ahora cuatro años, es igual al de la madre, con lo que no cabe duda de que fue transmitido al nacer y no posteriormente.

 

Alrededor de 2.3 millones de personas contrajeron el virus del Sida en el 2012, el último año del que hay cifras disponibles. De ellos, 260 mil son bebés que contrajeron el virus al nacer o inmediatamente después de ello.