El derrumbe de tres viviendas en la ciudad marroquí de Casablanca la madrugada del viernes ha causado la muerte de 23 personas, según el último balance oficial y aún no definitivo de víctimas.
Los cadáveres han ido apareciendo a cuentagotas durante todo el fin de semana tras las lentas labores de desescombro.
En las últimas horas ha aparecido el cuerpo de la actriz local Amal Maaroufi, que apareció junto a su madre, además de dos niños y un joven de 18 años.
Los trabajos de desescombro han sido suspendidos el domingo por la tarde ante el riesgo de que se caigan los pisos altos, aún intactos, de los edificios caídos, hasta poder usar máquinas excavadoras de gran potencia, según la agencia oficial marroquí MAP.
Además, dos inmuebles cercanos han sido apuntalados para evitar el riesgo de derrumbe por la proximidad, mientras que otros tres edificios de la misma calle han tenido que ser evacuados.
La fiscalía del Tribunal de Primera Instancia de Casablanca ordenó la apertura de una investigación para aclarar las circunstancias de este siniestro, cuyas causas aún se desconocen.
El rey Mohamed VI visitó el viernes el lugar del siniestro y a los heridos en los hospitales, y asumió personalmente los gastos de atención de los heridos que no disponen de una cobertura médica.