AUSTIN. El gobernador del estado de Texas, Rick Perry, desplegará mil soldados de la Guardia Nacional en la frontera con México para detener el flujo de menores indocumentados. La decisión del funcionario republicano está en consonancia con los llamados del liderazgo del partido republicano a reforzar las medidas de seguridad en el límite entre ambos países como medida para frenar el aumento del arribo de inmigrantes no autorizados.
De acuerdo a un artículo publicado por el periódico local The Monitor, que obtuvo un memorando del plan a través de la oficina del legislador estadual Terry Canales, se asegura que este movimiento de tropas “no constituye una militarización de la frontera”.
Entre las tareas de estas unidades estarán la lucha contra actividades de contrabando, tráfico humano y de drogas, señala el documento.
El despliegue será de forma paulatina en las próximas semanas hasta completar el millar a finales de agosto próximo, operación que costará unos 12 millones mensualmente, según The Monitor.
Más de tres mil agentes de la Patrulla Fronteriza están actualmente activos en el sur de Texas, y Perry en reiteradas oportunidades le ha pedido al presidente Barack Obama que despache a la Guardia Nacional a la frontera.
Según estadísticas oficiales, desde octubre pasado más de 57 mil niños sin acompañantes cruzaron la frontera sur estadounidense procedentes de Centroamérica y para enfrentar esta situación el presidente Barack Obama solicitó al Congreso tres mil 700 millones de dólares, iniciativa rechazada por el liderazgo republicano.