PEKÍN. Decenas de personas murieron y resultaron heridas a cuchilladas en un “atentado terrorista” en la región occidental china de Xinjiang, cuyos habitantes son en su mayoría musulmanes.
Según los medios chinos, un grupo armado con cuchillos atacó un puesto policial y edificios públicos, matando a decenas de uigures y de han (chinos) en la ciudad de Kashgar, noroeste del país.
La agencia Nueva China habla de “decenas de víctimas civiles” en la ciudad considerada cuna de la cultura y las protestas de los uigures.
Del informe de la agencia no surge claramente si la muerte de los civiles fue a manos de terroristas o policías que intervinieron, o por enfrentamientos entre ambos grupos.
“Una banda armada de cuchillos atacó una comisaría de policía en la zona de Elixku, y algunos (de sus componentes) llegaron al centro de Huangdi agrediendo a civiles y destruyendo vehículos”, dice Nueva China.
“Policías, agrega Nueva China, mataron a docenas de miembros del grupo” agresor.
Xinjiang, una región desértica del noroeste, rica en materias primas, está en un estado de semiguerra civil desde 2009, cuando casi 200 personas fueron asesinadas en la capital Urumgi en enfrentamientos entre uigures y han.
Se han sucedido miles de juicios y condenas, decenas de las cuales fueron penas a muerte.
Los uigures, turcófonos y musulmanes, acusan a Beijing de dejarlos al margen del desarrollo económico y querer suprimir su cultura.
Beijing afirma que en la región hay terroristas islámicos activos vinculados a la internacional del terror que tiene las bases en Pakistán y Medio Oriente.
Los grupos de uigures en el exilio sostienen en cambio que las acciones violentas son conducidas por jóvenes “desesperados” a causa de la “represión” china.
El ataque coincide con la fiesta del fin del Ramadán, una celebración teñida este año de polémica en China después de que se conociera que el régimen comunista prohibió a algunos habitantes de Xinjiang (principalmente funcionarios gubernamentales y niños) que cumplieran el preceptivo ayuno.