GAZA. Israel retiró de la Franja de Gaza a la mayoría de sus efectivos terrestres el domingo en un aparente apaciguamiento de sus operaciones contra Hamas que en casi un mes de duración han provocado la muerte de mil 800 palestinos y 80 israelíes.
Pese a que Israel parecía cerca de terminar su misión se registraron duros enfrentamientos en parte de Gaza, en donde 10 palestinos murieron en un ataque cerca de una escuela de Naciones Unidas, presuntamente obra de las fuerzas armadas israelíes. Naciones Unidas y Estados Unidos condenaron el ataque en términos inusualmente duros.
Autoridades de Hamas prometieron continuar los combates por lo que se desconoce si Israelpodría finalizar la guerra en forma unilateral. La operación militar israelí en Gaza que inició el 8 de julio en respuesta a semanas de continuos ataques con cohetes, ha consistido en cientos de ataques aéreos en el sobrepoblado territorio costero. El 17 de julio envió fuerzas terrestres para destruir la red de túneles usada por Hamas para realizar sus ataques.
El teniente coronel Peter Lerner, vocero de las fuerzas armadas israelíes, confirmó el repliegue de las tropas en Gaza luego de que las tropas concluyeron la destrucción de la mayoría de los túneles.
“Hemos causado un daño sustancial a la red de túneles y básicamente hemos acabado con esta amenaza y la hemos reducido a su mínima expresión”, dijo. El ejército envió a miles de elementos a Gaza en durante la parte más dura del enfrentamiento.
En el sur de Israel se vio a vehículos blindados que circulaban lentamente detrás de camiones de plataforma cerca de la frontera con Gaza, donde soldados israelíes arriaron una bandera que estaba desplegada en un tanque y guardaban sus pertenencias y bolsas de dormir.
No obstante, Lerner dijo que la operación no había concluido y que Israel seguirá atacando a Hamas para minar su capacidad de lanzar cohetes hacia su territorio e infiltrarse en él.
Aunque el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió que continuaría presionando a Hamas, ha recibido numerosas críticas internacionales debido a la elevada cifra de víctimas civiles.
La ONU sostiene que más de tres cuartas partes de los muertos eran civiles, entre ellos se cuentan las 10 personas que murieron el domingo en una escuela de Naciones Unidas convertida en albergue en el pueblo sureño de Rafa.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó el ataque ocurrido cerca de la escuela lo llamó “un acto criminal indignante”, además de solicitar que se hiciera una investigación inmediata, mientras Estados Unidos dijo que Washington estaba “horrorizado” por el “desafortunado” ataque.
De acuerdo con testigos, los ataques israelíes ocurrieron justo a las puertas de la escuela. La organización caritativa Media Luna Roja informó que el ataque ocurrió cuando había gente formada para recibir comida. El funcionario de salud Ashraf al-Kidra informó que al menos 10 personas murieron y que otras 35 resultaron heridas tras el ataque cerca de una escuela para niños en la ciudad sureña de Rafa.
Robert Turner, director de operaciones de la agencia para los refugiados palestinos de la ONU en Gaza, dijo que los resultados preliminares indican que la explosión fue el resultado de un ataque aéreo israelí cerca de la escuela, que daba refugio a unas 3.000 personas. Dijo que al menos un miembro del personal de la ONU parecía haber fallecido.
“Hemos dado a las fuerzas armadas de Israel la ubicación de nuestras instalaciones en varias ocasiones”, dijo Turner. “Saben dónde están los refugios. No tengo idea de por qué sigue pasando esto. No tengo palabras para describirlo. No lo entiendo”, agregó.
Dentro del complejo de Naciones Unidos se vivía una situación caótica; numerosos cadáveres, algunos de niños, estaban desperdigados por el piso entre charcos de sangre. Había numerosas marcas de pisadas tintas en sangre dejadas por quienes llevaron a los heridos a las ambulancias.
“Nuestra confianza y nuestra fe están en manos de Dios”, dijo una mujer entre sollozos.
Algunos de los heridos, entre ellos niños que llevaban la cabeza cubierta con vendajes ensangrentados, fueron llevados al hospital kuwaití en Rafa y otros fueron atendidos en lo que parecía ser una clínica improvisada en una tienda.
Varios cadáveres envueltos en frazadas blancas estaban alineados en el piso.
Por lo menos seis instalaciones de la ONU, entre ellas escuelas que daban albergue a los desplazados, han sido golpeadas por el fuego israelí desde que comenzó el conflicto, lo que ha provocado condena internacional. En todos los casos Israel ha dicho que estaba respondiendo a milicianos que lanzaban cohetes o a otros ataques desde lugares cercanos.
En casi cuatro semanas de combates han muerto más de 1.700 palestinos, la mayoría civiles, así como cerca de 70 israelíes, casi todos soldados.