La producción de alimentos naturales se extinguió por el efecto invernadero y el calentamiento de la Tierra, en las ciudades la población sobrevive con agua y dos variedades de un producto que se llama soylent rojo y soylent amarillo…

 

Es el año 2020 en la novela Make Room! Make room!  de Harry Harrison, y describe un futuro distópico, cuyo peor problema es el de la sobrepoblación y el abastecimiento de las ciudades. De esta novela salió la adaptación cinematográfica de Soylent Green (Cuando el destino nos alcance), premiada como mejor película de ciencia ficción en 1975.

 

Hoy, en Silicon Valley, Soylent Green sigue causando furor, pero no propiamente por la novela o su adaptación cinematográfica, sino por la adaptación que Rob Rhinehart, un ingeniero en software realizó para su empresa, la cual se acerca cada vez más al alimento artificial.

 

“En polvo la comida es más estable, se puede conservar más tiempo, no hace falta ir tantas veces al supermercado ni cocinarla y no tenemos que preocuparnos de las bacterias que la estropean”, dijo Rhinehart a El País.

 

Como en la obra de ciencia ficción, para comerlo, sólo hace falta mezclarlo con agua.

 

Para comprobar la eficiencia de su invento, Rob Rhinehart ha consumido durante el último año y medio sólo este alimento, cuyos resultados dice, han sido benéficos, ya que argumenta dormir mejor y tener mejor nivel de concentración.

 

De acuerdo con lo expuesto por el inventor de Soylent, este suplemento, complemento o alimento, todavía no se termina de definir, este producto cumple con las regulaciones de la Agencia de Seguridad Alimentaria de Estados Unidos.

 

Por su parte, la Agencia de Alimentación y Alimentos de Estados Unidos (FDA), asegura que toda la información disponible sobre Soylent indica que se trata de un producto para sustituir la comida convencional, por lo que debería ser regulado como tal.