El secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, ya tiene un lugar en la historia laboral de este país al lado de Agustín Legorreta Chauvet, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial a finales de los años 80, ambos por la misma causa: Defender el miserable salario mínimo que todavía reciben millones de obreros, campesinos y otros trabajadores. Cada uno a su estilo, claro.
El ex banquero Legorreta por ejemplo, cínicamente decía hace 26 años que un salario mínimo -en ese entonces rondaba los ocho pesos diarios- alcanzaba para vivir cómodamente. Pero sugería: “Hay que ser frugales”. Nada de excesos; nada de soñar con tener una casa propia, un carrito, mandar a sus hijos a escuelas privadas, comer carne todos los días y otros placeres de la vida.
El titular del Trabajo dice hoy que incrementar el salario mínimo podría traer repercusiones negativas para la clase trabajadora: aumentarían las tasas de interés de sus créditos, al igual que los impuestos que tendrían que pagar, y en una de esas, hasta la chamba perderían, por lo que prácticamente sugirió que antes de decretar cualquier aumento al multicitado salario, hay que pedir permiso a los empresarios. Aunque adelantó que éstos no van a querer soltar ni un peso extra, porque “la economía no ha terminado de detonar su potencial y se vuelve seriamente peligroso estar jugando con los salarios, cuando tenemos expectativas de crecimiento todavía no claras”, precisó Navarrete Prida.
Nada más respóndanos un par de cositas señor secretario, piden quienes ganan salarios de miseria, empezando por el mínimo. ¿Cuándo empezó a detonar nuestra economía? Porque usted afirma que no ha terminado de detonar ese potencial, no. ¿Por qué dice que nuestras expectativas de crecimiento no son claras? Diariamente leemos declaraciones de funcionarios del gobierno Federal en el sentido de que “estamos en la ruta correcta del crecimiento”, que vamos a salir de la mediocridad en la que hemos estado los últimos 30 años, y promesas por el estilo, documentan los preguntones.
Ustedes no entienden, parece responder el secretario Navarrete. “La realidad del salario mínimo es más compleja que simplemente señalar una cifra -como lo han hecho el Jefe de Gobierno del Distrito Federal y su secretario de Desarrollo Económico, acota el columnista-, se tiene que separar de aquellos factores que lo han ligado siempre a la inflación, porque aumentar simplemente por decreto conduciría a la pérdida de empleo de trabajadores y un aumento de sus deudas; cada peso que aumente el salario mínimo aumentan también sus créditos y pago de interés”, explicó. En pocas palabras: ¡No les conviene ganar más, mejor quédense como están!
Pero señor secretario, usted mejor que nadie sabe que cada vez estamos más fregados; que en los últimos 30 años la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo es casi de 75%; que quienes ganamos 69.29 pesos diarios en la Zona A y 63.77 en la zona B, nos estamos muriendo de hambre. ¡Tenga compasión! Exclaman los olvidados.
¡Qué compasión ni que ocho cuartos! Lo que ustedes no quieren ver es que los están usando como “carne de cañón electoral”, pareció responderles Navarrete Prida cuando dijo: “Vemos con optimismo que se discuta seriamente el tema del salario mínimo (pero) ojalá no sea utilizado como producto político-electoral porque eso sí no beneficia a nadie”.
A ver secretario, intervienen los observadores, si realmente piensa que con la propuesta del Jefe de Gobierno del D.F. -de aumentar hasta 100 pesotes el salario mínimo y después a 170 un día de estos-, y que con la Consulta Popular a la que convocó el PAN a la ciudadanía para que responda si está de acuerdo con la miseria de salario mínimo que gana, tanto Mancera como “Maderito” políticamente se van a fortalecer para las elecciones de 2015, pues qué bisoño. Por el contrario, con declaraciones de funcionarios del gobierno federal, como usted, defendiendo lo indefendible, el nuevo PRI del Siglo XXI es el que va a salir perdiendo.
¿Qué no te das cuenta “Poncho” que lo único que están haciendo Mancera y “Maderito” es ilusionar a los obreros, campesinos, trabajadores en general, con eso de que les van a conseguir un salario digno?
¡Por qué no te callas Alfonso! Recomiendan los observadores.
AGENDA PREVIA
¿Quién estiró la cuerda tratando de reventarla para que las operadoras particulares de telepeaje no llegaran a un acuerdo de interoperatividad con la marca IAVE de CAPUFE? Dicen los malosos que fueron los perdedores de la licitación del nuevo esquema. Y aunque no lo consiguieron porque finalmente el acuerdo se logró el 31 de julio y la licitación establecía el 1 de agosto como la fecha límite para que entrara en funciones el nuevo contrato, han enderezado una campañita contra el director de la paraestatal, Benito Neme.
El turismo en México mantiene su notable crecimiento de dos dígitos, convirtiéndose en uno de los sectores de la economía nacional más dinámico de 2014. Información proporcionada por el Sistema Integral de Operación Migratoria (SIOM), del Instituto Nacional de Migración (INM); de enero a junio de 2014 se registraron casi siete millones de visitantes extranjeros por vía aérea, cifra 10.9% mayor a la observada en el mismo periodo de 2013. Dicen que esto es resultado del buen trabajo desarrollado por la actual titular de la Secretaría de Turismo, Claudia Ruiz Massieu. ¿Será?