NACIONES UNIDAS. La Asamblea General de la ONU tiene previsto abordar mañana, miércoles, la crisis en Gaza, en una sesión especial en la que estarán la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay; el enviado especial de Naciones Unidas para Oriente Medio, Robert Serry; y la coordinadora adjunta de Ayuda de Emergencia de la ONU, Kyung-wha Kang.
En tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó hoy su satisfacción por el respeto de la tregua de 72 horas decretada en Gaza y urgió a israelíes y palestinos a negociar un alto el fuego más duradero.
“Estamos siguiendo de cerca el alto el fuego y celebramos el hecho de que al parecer está siendo respetado hasta ahora (…), lo que son obviamente buenas noticias”, dijo en una conferencia de prensa la portavoz Vannina Maestracci.
“Esperamos que ofrezca la calma necesaria para que todas las delegaciones vayan a El Cairo y haya un alto el fuego más duradero”, añadió.
Maestracci reiteró que las conversaciones entre las dos partes son la “única forma de parar de forma sostenible” la violencia y de “cambiar el indefendible y trágico status quo en Gaza”.
La portavoz indicó que Ban ha estado en las últimas horas en contacto con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; el presidente palestino, Mahmud Abbas, y el secretario de Estado estadunidense, John Kerry, entre otras personas.
La crisis en Gaza llega mañana a la Asamblea General de la ONU
Hoy, desde Ginebra, Pillay solicitó a Israel que asuma sus responsabilidades por “las crecientes evidencias de crímenes de guerra” perpetrados por el Ejército israelí en Gaza.
En un comunicado, condenó entre otras cosas el bombardeo de una escuela de la ONU el pasado 30 de julio por parte del Ejército israelí, así como otros ataques en colegios, hospitales, centros de culto e infraestructuras vitales como plantas eléctricas en Gaza.
Mientras, la embajada israelí ante Naciones Unidas criticó hoy a través de su cuenta en Twitter las “acusaciones” vertidas por responsables de la organización sobre esos ataques “antes de que hubiese ningún tipo de investigación”.
Por ello, pidió a la ONU que “se asegure de que en próximas declaraciones los funcionarios se comporten de forma responsable, consistente con la neutralidad e imparcialidad” que se espera de ella.