Londres.- La fotógrafa londinense Clare Newton está cerca de entrar en el Libro Guinness de los Récords con la foto más larga del mundo, un logro con el que lleva soñando casi 10 años, que se exhibirá con motivo de los Juegos Olímpicos en Londres.

 

Durante los últimos 18 meses, Newton ha dedicado todo su tiempo -desde las 07.30 de la mañana hasta la 1.00 de la madrugada- a tomar cientos de miles de instantáneas con las que compondrá una macroimagen a color, de un kilómetro de largo por dos metros de alto, con la que espera batir el récord actual.

 

En el proyecto, denominado “Jump 4 London” (salta por Londres), Newton ha invertido además todos sus ahorros y su fondo de pensiones, y hasta el momento ha conseguido retratar a más de cinco mil personas, congeladas en el aire en medio de un salto.

 

“Como artista, hacerles saltar suponía un reto. Era el momento más espontáneo. Al saltar se relajaban y dejaban de posar porque no podían. Parecían naturales”, explicó la autora en una entrevista con Efe.

 

Cada una de las fotografías mide dos metros de largo y medio de ancho y se fundirán entre ellas gracias a retoques de Photoshop.

 

Para componerlas Newton imaginó múltiples lugares, desde los escenarios olímpicos hasta la catedral de Westminster, y pensó en el tipo de gente que encajarían en ellos.

 

Con el objetivo de retratar la mayor diversidad posible de personas, sus modelos proceden de distintas partes del mundo y de diferentes barrios londinenses, y abarcan todas las edades, profesiones y situaciones personales.

 

“Cada uno tiene su propia historia. He fotografiado niños, ancianos, señoras españolas con trajes típicos, artistas, personas con discapacidades físicas graves, trastornos mentales, atletas paraolímpicos… Si tuviera que elegir una imagen sería la que muestra a unas chicas con todo su cuerpo tatuado”, detalla Newton.

 

Una de las fotos de las que está más orgullosa es aquella protagonizada por dos niños que sufrían una parálisis severa y sólo podían mover la cabeza.

 

“Conseguimos que saltaran en horizontal con un trampolín, colchonetas y dos profesoras especiales. Fue magnífico”, rememora la artista con una sonrisa.

 

Natural de Hackney, un barrio al este de Londres, Newton se dedicaba a inventar y diseñar dispositivos de seguridad para escuelas, y fue reconocida como Inventora Británica del Año.

 

Sin embargo, hace diez años comenzó a pensar en conseguir la fotografía más larga del mundo y decidió que la celebración de los Juegos Olímpicos de Londres en el verano de 2012 constituía la oportunidad perfecta para llevarlo a cabo.

 

Newton reconoce que el trabajo hasta ahora ha sido “muy duro” y ha tenido que aprender a lidiar con patrocinadores y empresas e ignorar a las personas de su entorno que le advertían de los riesgos y debilidades de su proyecto.

 

“La cantidad de trabajo es ingente. Según mis cálculos aún me quedan alrededor de 100.000 fotografías por imprimir y necesito más modelos”, aclara Newton.

 

Sin embargo, en el camino ha logrado algunos pequeños éxitos, como exponer en 2009 una parte de sus imágenes en el parque londinense de West Ham y contar con la presencia de las autoridades locales, lo que supuso un “gran impulso” para el proyecto.

 

El resultado final se exhibirá en el centro de exposiciones Excel London, al este de la ciudad, del 31 de mayo al 10 de junio, y junto al levadizo Puente de la Torre (Tower Bridge) junto al río Támesis, del 2 al 16 de julio.

 

EFE