Las economías desarrolladas desestimaron la magnitud de la epidemia de ébola en África Occidental, pues se le veía como un virus que afectaba a localidades aisladas en naciones pobres.

 

Sin embargo, organizaciones de salud de todo el mundo han incrementado el monitoreo de la enfermedad y se declaró el actual brote como el más mortífero y de alarma internacional, después de haber cobrado más de 900 vidas y repatriar pacientes a EU y España.

 

La llegada de Kent Brantly a Estados Unidos, el primer paciente infectado en ser tratado en América, obligó a adoptar medidas más drásticas para prevenir la propagación del virus fuera del continente africano y que parecieran salidas de una película sobre sobre el apocalipsis zombie. 

 

Los médicos y otro personal médico usan protección de la cabeza a los pies. La enfermedad no está en el aire y sólo propagar a través del contacto corporal o las superficies contaminadas.

 

Nigeria Ebola_Sald

Foto: AP

 

Los trabajadores de salud son la población con más en riesgo, ya que tratan a los pacientes más enfermos, cuando su carga viral es la más alta.

 

APTOPIX Spain Ebola_Sald

Foto: AP

 

El miedo a esta letal enfermedad y su propagación hace a los hospitales usar todos sus recursos para contenerla en salas con camas aisladas y que incluso filtran el aire para proteger contra cualquier escape de patógenos peligrosos.

 

Se trata de una tienda de campaña bajo presión negativa por lo que se añade constantemente el aire y se retira fuera de la tienda, el aire fluye a través de una serie de filtros y se deposita fuera del hospital.

 

Ebola Americans_Sald

Foto: AP

Asimismo, el traslado de los pacientes infectados a su país de origen se ha dado en medio de grandes operativos de seguridad médica.

 

Este nivel de alarma se deba que el virus tal como se le conoce hoy no viaja a través del aire, sino sólo se contagia por medio del contacto directo con fluidos de personas infectadas, ya sea sangre, orina o sudor.

 

Belgium Ebola _Sald

Foto: AP

 

Sin embargo, contagio también puede producirse de animal a persona, como los murciélagos, supuestos responsables de la aparición de la enfermedad.

 

Y aunque hasta el momento las únicas personas afectadas que son atendidas fuera de África son doctores que atendieron casos en la fuente de la epidemia, regresarlas a sus países y llevar consigo la posibilidad de expansión es algo que no se puede tomar a la ligera.