WASHINGTON. En el mundo tecnológico los detalles importan. Un ex empleado de Facebook aprovechó la oportunidad de la fama que goza, Mark Zuckerberg, para contar en su nuevo libro en línea “How I lost $170 million: My time as #30 at Facebook” (Cómo perdí 170 millones de dólares: Mi tiempo como el número 30 en Facebook) que el CEO también experimentó una etapa de ser demasiado agresivo a la hora de exigir calidad.
Noah Kagan, quien fue uno de los primeros empleados de la red social, apunta en su e-book las reacciones de su ex jefe cuando encontraba que algo no se hacía a la altura de calidad que quería.
«No recuerdo en qué función estábamos trabajando, el ingeniero Chris Putnam y yo teníamos un mes construyendo algo que pensábamos que Mark amaría. Él (Zuckerberg) caminó hacia el ordenador de Chris y le mostramos el producto. Mark pensó que era 'mierda'. Se esto porque en vez de dar un feedback del producto, él gritó: 'Esto es una mierda, hazlo de nuevo', derramó agua en la computadora y se fue. Nos quedamos en shock”, relata Kagan.
Pero estos arrebatos no eran único. Kagan recuerda que Zuckerberg tuvo una temporada en la que caminaba por la oficina con una katana amenazando a los empleados que hacían un mal trabajo con un producto. “Caminaba por ahí con una espada de samurái falsa amenazando con atacar por tu mal trabajo. ¿De dónde demonios sacó esa katana? Afortunadamente ningún empleado salió herido mientras estuvo ahí”, relata Kagan que trabajó durante nueve meses en Facebook en 2005.
“Se acercaba y pretendía cortarte en juego, si tumbabas el servicio de la página te cortaría la cabeza. Hay que recordar que tenías a un chico nerd de 23 años dirigiendo una de los sitios web con mayor crecimiento. Por más maduro que fuera, era todavía un inmaduro”, dice Kean quien dejó Facebook en 2006 y cuyo 1% de la compañía, que perdió al ser despedido, valdría ahora 170 millones de dólares.
Con los años, al parecer, Zuckerberg ha cambiado su trato a los empleados. En 2013 fue considerado como el mejor CEO para trabajar.
Una encuesta de Glassdoor le daba una aprobación del 99% de los empleados, convirtiéndose en uno de los jefes más apreciados. En lo que va de año 2014, su popularidad ha caído y se ubica con el 93% de la aprobación.