Los dos únicos estadounidenses contagiados fueron tratados en su país con un medicamento experimental que parece dar resultados. Esto ha dado pie a reclamos por parte de algunas voces en el continente africano que piden que ese tratamiento experimental, conocido como ZMapp, esté disponible para los enfermos de ese continente.
Respecto al suero, que es obtenido de ratones previamente infectados y de cuya sangre se extraen los anticuerpos, autoridades estadounidenses aseguran que no hay todavía medios técnicos para ofrecer ese medicamento en grandes cantidades ni está probado que el remedio sea efectivo.
"Los estadounidenses son muy egoístas. Sólo se preocupan por sus propias vidas y las de nadie más", le dijo a la agencia AP Anthony Kamara, un joven de Sierra Leona, uno de los países que padece el brote de ébola.
Un portavoz de Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), organización basada en Estados Unidos, dijo que "virtualmente no hay dosis disponibles".
Varios expertos, incluyendo Peter Piot, descubridor del virus en 1976, han hecho llamados para que los tratamientos experimentales puedan estar a la disposición en los cuatro países que luchan para contener la epidemia.
En un comunicado conjunto, los especialistas señalaron que "a los gobiernos africanos se les debe permitir tomar decisiones informadas sobre si usar o no estos productos para, por ejemplo, proteger y tratar a los trabajadores de salud que corren riesgos especialmente altos de infección".