El economista en jefe del Banco Mundial (BM), Augusto de la Torre, dijo que  será un gran desafío para México conectar el sector energético al resto de la economía, tras la promulgación de las leyes secundarias en la materia.

 

“No es imposible, porque ya sucedió en Estados Unidos, donde se generó una red de productividad económica”, señaló el directivo de la institución financiera.

 

Subrayó que para tal propósito se requieren reformas adicionales, aunque reconoció que el simple hecho de anunciar la implementación de la reforma energética en México “debe levantar el optimismo de los inversionistas”.

 

Asimismo aseguró que la reforma energética atraerá inversiones y coloca a México a la par de países modernos.

 

“Era importantísimo que México modernizara su marco regulatorio para el sector energético y le ponga a la par del mundo moderno”, destacó.

 

En el marco de la Semana del Emprendedor, señaló además que “de modo natural esto va a generar entusiasmo entre los inversionistas internacionales y va a atraer inversión para México”.

 

Para De la Torre, es “una excelente noticia” el proceso de implementación de la reforma en el sector energético, toda vez que México es un país que tiene mucha riqueza en la materia.

 

Estimó que el mercado internacional de energía “está mutando a gran velocidad”, en donde en poco tiempo Estados Unidos será independiente en generación de energía.

 

En cuanto al tema del salario mínimo en México, subrayó que si hay “un disparo” con este ingreso por encima de los niveles de productividad de la economía, el efecto será el fomento a la informalidad.

 

Recomendó entonces “calibrar” el salario mínimo, con el propósito de asegurar el buen funcionamiento del mercado laboral y la reducción de la informalidad, así como la equidad social asociada al salario mínimo.

 

Durante la presentación del estudio “El emprendimiento en América Latina”, precisó que una de las causas del bajo crecimiento de las economías de la región y del aumento de la informalidad es la falta de innovación por parte de las grandes empresas.

 

Muchas veces, por conveniencia o comodidad, las grandes empresas no crecen, ya sea para evitar más cobro de impuestos o por trabas burocráticas, de acuerdo con De la Torre.

 

Dijo que esa falta de crecimiento por parte de las grandes empresas inhibe la atracción a sus filas de empleados que buscan una alternativa en la creciente informalidad.

 

En este contexto, recomendó una corrección en las políticas públicas, en el sentido de no atacar la informalidad como un problema, sino como un síntoma del nulo crecimiento de las grandes empresas.