La transición de la educación primaria a la secundaria implica un riesgo para los menores de edad en cuanto a adicciones, particularmente en el consumo de alcohol. De acuerdo con diversos estudios, es entre los 12 y 13 años cuando los mexicanos prueban por vez primera las bebidas embriagantes.

 

En el marco de su 39 aniversario, Alcohólicos Anónimos (AA) reveló que la cifra de menores de edad que comienzan a ingerir bebidas alcohólicas crece hasta en cuatro veces en los niveles de educación básica.

 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Salud en Escolares, en el país se registra un consumo habitual de alcohol en 6.7% de la población de nivel primaria, mientras que a nivel secundaria la incidencia es de 24%.

 

Tan sólo en tres años (entre 2008 y 2011) el número de adolescentes de 12 a 17 años dependientes del alcohol se duplicó en el país, al pasar de 3.1% a 6.2% de esta población, según refirió la más reciente Encuesta Nacional de Adicciones (ENA).

 

Por otra parte, AA advirtió que cada año se detectan a nivel nacional 1.7 millones de nuevos casos de personas que padecen alcoholismo, lo cual lo convierte en un problema de salud pública. Incluso se estima que 77% de la población mayor de 18 años en México ingiere bebidas embriagantes.

 

Mediante un comunicado, la organización reconoció que cada vez son más los jóvenes que llegan a pedir ayuda al grupo, pero que estos no sólo traen el problema del alcoholismo.

 

Uno de los principales problemas con esta enfermedad, agregó AA, es el social, ya que 36% de los delitos que se comenten en el país se hacen bajo los influjos del alcohol, mientras que más de la mitad de los suicidios (57%) está relacionada con las bebidas embriagantes.