HARTFORD, Connecticut. Algunas universidades estadounidenses están pidiendo a sus alumnos que cursan estudios en Israel que regresen al país ante el furor de la guerra en Gaza, aunque la relativa calma más allá de las áreas inmediatas de batalla están suscitando cuestionamientos en algunas instituciones sobre la razón por la que tendrían que regresar.
Las instituciones dicen que la seguridad es la principal preocupación, citando advertencias sobre los peligros de viajar a la región emitidas por el Departamento de Estado y por compañías aseguradoras que cubren a los estudiantes en materia de salud, accidentes, seguridad e incluso el costo de evacuación.
“Por un lado, queremos que los estudiantes conozcan las dimensiones del conflicto”, dijo Yehuda Lukacs, director del Centro para la Educación Global en la Universidad George Mason en Virginia; “pero fue demasiado porque se puso en duda su seguridad y protección”.
Programas en el extranjero son finalizados
No es la primera vez que las universidades retiran a sus estudiantes de programas en el extranjero —al menos temporalmente— debido a un conflicto.
Hace poco la Universidad de Massachusetts en Amherst suspendió programas en Siria y la Universidad St. Lawrence en Nueva York canceló su programa de otoño en Kenia citando una advertencia del Departamento de Estado sobre viajar a ese país. Pero las estrechas relaciones de Estados Unidos con Israel, junto con la distancia que separa a muchos de los programas de las zonas centrales de conflicto, han ocasionado que no existan criterios comunes entre las instituciones educativas.
Suhaib Khan, directivo de la Universidad George Mason que trabajó en Ramalá, Cisjordania, en un programa que ayuda a promover negocios palestinos, dijo que estaba “increíblemente decepcionado” por haber sido obligado a regresar prematuramente. Llegó el 6 de junio y tuvo que salir el 9 de julio, aproximadamente un mes antes de lo programado.
“Como adulto pude haber tomado mis propias decisiones”, dijo Khan, de 21 años.
La Universidad George Mason fue una de al menos siete universidades estadounidenses que suspendió su programa de estudio de verano que opera en Israel o Cisjordania.
Otras que lo hicieron fueron el Claremont McKenna College en California, UMass Amherst, la Universidad de Iowa, Trinity College en Hartford, la Universidad Estatal de Michigan y Penn State.
Varias universidades en Europa también pospusieron sus programas de verano. UMass Amherst y la Universidad de Nueva York cancelaron su programa semestral de otoño.