Alan Pulido se mantiene desafiante ante la Federación Mexicana de Futbol y los Tigres. El jugador asegura que no tiene un contrato vigente con los universitarios y así lo expuso ante la comisión de controversias del organismo. El equipo asegura que sí tiene contrato, y mientras se aclara quien tiene razón, el delantero no jugará en México. Este proceso tardará unos dos meses.

 

“El caso lo tenemos ganado porque firmó un contrato hasta el 2016″, asegura Alberto Palomino, representante legal de los felinos, a lo que Pulido le contesta “soy un jugador libre y eso lo demostraré”. El gran problema que enfrentará el seleccionado mexicano es el famoso Pacto de Caballeros que le impediría jugar con cualquier otro equipo del balompié nacional y la única opción sería vestir la casaca de alguna institución en el extranjero “pero no le tengo miedo a ese pacto, confío en la Federación y si no se puede, hay otras instancias internacionales”, dice el futbolista.

 

Se refiere a la FIFA. Pulido puede pedir permiso al máximo organismo internacional para contratarse fuera de México en lo que se aclara la situación, para no quedar fuera del mercado europeo, que cierra fichajes el próximo domingo. No sería el primero, Gerardo Torrado abrió el camino en esa dirección cuando dejó a los Pumas en 2000, para jugar con el Tenerife.

 

El conflicto inició a finales de julio, cuando el jugador se negó a trabajar tras argumentar que no tenía contrato. El técnico Ricardo Ferretti decidió enviarlo a entrenar con la Sub-20. Fue la gota que derramó el vaso porque el futbolista no se presentó nunca más a las instalaciones del club.

 

“Lo más sano para mí sería no regresar a Tigres”, comenta Pulido al saber sobre las recientes declaraciones que vertió hace algunas semanas el ‘Tuca’. “Ojalá no regresara con lágrimas de cocodrilo porque no lo aceptaré”, comentó Ferretti.

 

La problemática aumentó cuando se dijo que era falsa la firma que aparecía en la extensión de contrato y que la misma era del exrepresentante del jugador, Mauricio García de la Vega, con quien rompió toda relación a raíz de los dimes y diretes. “No hay nada de firmas falsas, todo lo que tenemos es legal, y en el mismo contrato se puede observar, por eso no dudamos en que la razón nos asiste”, apunta Palomino.

 

Pulido siguió los consejos de su actual representante, Felipe Ayala, y decidió no regresar a los entrenamientos y menos aún porque, según lo informaron medios de comunicación de Monterrey, su sueldo es de 50 mil pesos mensuales, poco para un futbolista profesional.

 

“No tengo un acuerdo con ningún otro equipo (se mencionó al Olympiakos) y tampoco estuve en Europa trabajando”, agrega el joven futbolista quien espera que haya una pronta resolución.