MADRID. Peret, padre de la rumba catalana que hizo bailar a miles a ambos lados del Atlántico con éxitos como “Borriquito” y “Una lágrima”, murió el miércoles a causa de un cáncer. Tenía 79 años.
El deceso fue confirmado por el ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, José Ignacio Wert, en un comunicado difundido por la tarde.
“El ministro ha lamentado en un telegrama remitido a sus familiares la desaparición de la figura de Peret, al que ha calificado de ‘un artista querido y respetado que no sólo creó un nuevo género musical, la rumba catalana, sino que supo acercar su manera de interpretar la música a un público que le fue fiel hasta el final”’, dice en la misiva.
De acuerdo con medios que incluyen a Europa Press, Peret falleció en Barcelona, en el Hospital Quirón.
El cantante dio a conocer su enfermedad el 30 de julio, cuando dijo en su cibersitio que lo afrontaba con “entereza y optimismo” y que esperaba regresar pronto a los escenarios. Sin embargo, el lunes se canceló su prevista actuación en el espectáculo inaugural de la XVII Fira Mediterrània de Manresa en Barcelona.
Peret nació en el asentamiento gitano Los Corrales de Mataró el 24 de marzo de 1935, donde vivió hasta los cuatro años, cuando la familia se trasladó a la calle barcelonesa Salvadors, al lado mismo de la calle de la Cera, donde empezó a cantar.
Considerado uno de los máximos exponentes de la rumba, fue autor de temas populares que también incluyen “El gitano Antón” y “Canta y sé feliz”, con la que representó a España en el Festival de Eurovisión en 1974.
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