WASHINGTON. Investigadores japoneses anunciaron el martes que desarrollaron un método para detectar la presencia del virus del bola en 30 minutos, con una sencilla tecnología de diagnóstico que podría ser utilizada en África occidental.
El profesor Jiro Yasuda y su equipo de la Universidad de Nagasaki indicaron que el test es más barato que el sistema actual que se utiliza en esa región africana, donde el virus ha matado a más de mil 500 personas este año.
“El nuevo método es más sencillo que el actual y puede ser utilizado en los países donde no están disponibles los aparatos caros de evaluación”, dijo Yasuda.
Su equipo desarrolló un método que revela visualmente sólo los genes específicos del virus del ébola que se hallan en una muestra de sangre o en cualquier otro fluido corporal.
Utilizando técnicas ya existentes, se extrae el ácido ribonucleico (ARN) – las moléculas biológicas para la codificación de genes – de cualquier virus presente en la muestra de sangre.
A partir de estas informaciones, se crea una secuencia de ADN que se mezcla en un tubo de ensayo con una sustancia específica.
La mezcla es sometida entonces a una temperatura de 60-65 grados celsius.
Si hay ébola, el ADN específico del virus se revelará en 30 minutos y si no, el líquido se volverá turbio.
Actualmente, el ébola se detecta mediante un proceso que dura entre una y dos horas, con material muy específico.
El nuevo método “sólo necesita un equipamiento que pueda calentarse con una pila y que cuesta unos centenares de dólares, un precio que los países en desarrollo pueden pagar”, precisó Yasuda.
El test está “listo para ser enviado”, agregó este experto, quien dijo que por ahora no ha recibido ninguna petición de los países afectados.
En tanto, un tercer estadunidense dio positivo por el ébola mientras trabajaba como misionero en Liberia, según anunció la organización religiosa SIM USA.
El nuevo paciente es doctor y pertenece a la misma organización en la que colaboraban los otros dos misioneros contagiados, Nancy Writebol y Kent Brantly, ya dados de alta tras ser trasladados en agosto a Atlanta (Georgia).
La organización religiosa indicó en un comunicado que el médico trabajaba en una unidad de obstetricia en el Hospital ELWA de Monrobia y no trataba con pacientes de ébola en el citado centro hospitalario, y que desconocen la vía de contagio.