Al final del día, el conflicto de violencia policiaca en Chimalhuacán el pasado 9 de julio terminará como una victoria política para el gobernador poblano Rafael Moreno Valle, cuando la intención fue la de hacerlo tambalear.
1.- El niño José Luis Tehuatlie no fue víctima de balas de goma ni de cápsulas de gas lacrimógeno, sino de un cohetón lanzado por los propios manifestantes, según dictamen de la División Científica de la Policía Federal. Ahora sólo falta fincarles cargos penales a los responsables.
2.- La diputada perredista Roxana Luna, que organizó todo el desaguisado y politizó el conflicto, está siendo presionada para salir del PRD al que pertenece pero en el PAN ya le quieren dentro de sus filas. Sólo que el jefe político del PAN en Puebla que debe autorizar su ingreso es nada menos que el gobernador Moreno Valle.
3.- Si el pretexto del incidente violento en Chimalhuacán fue la protesta por el cambio de adscripción del registro civil, el fondo resultó más políticamente pedestre: la pugna del grupo de Los Bejaranos en el que milita la diputada Luna contra Los Chuchos, que avalan a Moreno Valle. El secretario de Gobierno Luis Maldonado había solicitado competir para un cargo de consejero del PRD, pero el incidente en Chimalhuacán estuvo a punto de impedirlo.
4.- El otro damnificado por el incidente fue el senador perredista Miguel Barbosa: en esos días de julio operaba como jefe de la bancada perredista en el Senado durante la aprobación de las leyes secundarias energéticas y Chimalhuacán fue usado políticamente en su contra para obligarlo a someterse a los acuerdos secretos de Los Chuchos. Barbosa es pieza clave en la consolidación de la alianza PRD-PAN en Puebla, la misma que quiso dinamitar la diputada bejaranista Luna. Y Barbosa es desde ahora precandidato a gobernador.
5.- La crisis reventada por el PRD en Puebla la quiso capitalizar la panista Ana Teresa Aranda, a quien el grupo panista de Moreno Valle había derrotado en
todas las confrontaciones. Las movilizaciones de Aranda fueron minúsculas y más bien empujaron a los panistas hacia el bloque morenovallista. La cadena humana del sábado pasado, convocada con estridencia por Aranda, fue un fracaso.
6.- Luego de dos meses de tensiones y choques políticos pero sobre todo mediáticos, la crisis poblana se disolvió: el PRD volvió a registrar a Luis Maldonado para competir por un puesto de consejero nacional, el PAN se alineó al gobernador Moreno Valle, la alianza PAN-PRD de largo plazo se reagrupó con la aparición del ex gobernador Mario Marín como jefe político priista de Puebla, Barbosa rompió con Los Chuchos aunque se quedó en la alianza política con el gobierno del presidente Peña Nieto y ascendió a la presidencia del Senado.
7.- Al final el gobernador Moreno Valle logró eludir, no sin raspones, la crisis y sin renuncias. Y su secretario de gobierno, Luis Maldonado, emergió como el principal operador político de la salida de la crisis y como el garante del PRD en la alianza poblana que enfrentará al priismo marinista en el 2015, 2017 y 2018.
Como en política lo que no daña sólo fortalece, el gobernador Moreno Valle, con altibajos, resistió la lucha interna en el seno de su alianza, quedó fuera del asesinato del niño por un cohetón de los manifestantes y marcó el espacio político poblano para el corto plazo -de ahora a la elección de un gobernador de 20 meses en el 2017 y uno de seis años en el 2018- en el contexto de la reaparición del ex gobernador Marín.
La crisis por Chimalhuacán buscó, en el fondo, reventar las posibilidades del gobernador Moreno Valle de buscar la candidatura presidencial del PAN o del PAN-PRD para el 2018 pero su resultado fue al revés: lo posicionó en la agenda nacional, para bien o para mal.