Gustavo Cerati será recordado como un alma líder y fundamental del movimiento “rock en español” que sacudió a Iberoamérica en la década de los 80 y 90. Su muerte sacudió al continente este jueves. Tras años en coma, la vida del músico incansable y compositor prolífico se extinguió y el adiós sentido reúne a multitudes de fans quienes se unen a la familia y amigos en un velorio público que su natal Buenos Aires le ofrece en grande un homenaje de despedida, en la sede del Congreso local, como hijo pródigo y ciudadano distinguido.
Incluso, el gobierno de Argentina decretó dos días de luto nacional, con banderas a media asta en todos los edificios públicos, por la muerte de “una leyenda del rock nacional”.
“Gustavo Cerati consagró su vida a la actividad artística, destacándose como un notable autor, compositor, guitarrista y cantante… dedicó la mayor parte de su obra al rock iberoamericano, transformándose en una leyenda del rock nacional” que lo llevó a obtener “fama y reconocimiento internacional por haber sido vocalista, guitarrista y compositor principal de la banda de rock Soda Stereo“, fueron algunos de los argumentos que el gobierno de la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner consideró para este adiós enorme a su amado “León”.
El icono latinoamericano del “rock en español”
Hoy como nunca su frase “¡Hasta siempre… gracias totales!” resuena y toma sentido, la cual quedó en el imaginario popular de sus seguidores y los que no lo son, y hoy es el epitafio de la triste despedida.
Tras permanecer cuatro años postrado en estado de coma, luego de sufrir un derrame cerebrovascular, el músico argentino, líder de la mítica banda Soda Stereo, falleció hoy a los 55 años en Buenos Aires, confirmó su familia a través de un comunicado. Un paro respiratorio fue la causa del deceso, detalló la clínica Alcla en un parte difundido a través de redes sociales.
Aquel accidente cerebrovascular, ocurrió durante una gira en Caracas, Venezuela, en mayo de 2010, dos días antes de su visita a la ciudad de México con su gira Fuerza Natural.
Cerati fue un músico talentoso, un versátil compositor y un vocalista adorable, algo que no todos pueden conjuntar. Inolvidable hoy resuena en la mente Persiana americana y Cuando pase el temblor, entre muchas otras de la discoteca particular de cada quien.
Gustavo Adrián Cerati Clark, todo un porteño, nació un 11 de agosto de 1959 en Buenos Aires.
Fue músico desde siempre. Su inclinación y pasión por lo que fue su gran aporte a nuestras generaciones lo manifestó por vez primera desde los nueve años.
En aquella primera infancia, formó un trío con el que se presentaba en fiestas particulares y llegó a dirigir un coro de iglesia.
Incluso muchas de las melodías que grabó en canciones de Soda Stereo nacieron durante su niñez, explicó alguna vez en entrevistas, señala la agencia Asocciated Press.
Fue en su juventud estudiante de la carrera de Publicidad, en la Universidad de El Salvador de Buenos Aires, la cual compartió con Zeta Bosio, el bajista inolvidable de Soda, y en aquel momento ambos se unieron para crear bandas que no tuvieron mucho impacto hasta que conocieron a Carlos Alberto Ficicchia Gigliotti, mejor conocido como Charly Alberti, el mítico baterista de la banda.
Charly intentó conquistar a la hermana de Gustavo, María Laura, lo que nunca consiguió, sin embargo su encuentro los hizo crear el trío por excelencia del rock argentino y muy amado por América Latina entera.
Aunque en inicio se nombraron Los Estereotipos, pero la fama llegó como Soda Stereo.
Se casó en los 80 con la diseñadora Belén Edwards, de quien se divorció sin tener familia. Posteriormente tuvo una arrolladora historia de amor con la ex modelo y artista chilena Cecilia Amenábar con quien se casó el 25 de junio de 1993, con quien procreó a sus hijos Lisa y Benito.
Tras el divorcio de la madre de sus hijos se le relacionó sentimentalmente a la ex modelo y cantante Déborah de Corral, lo que se asomaba a un escándalo pues ella fue pareja de Charly Alberti, baterista en Soda.
La era Soda
Soda Stereo nació justo un año antes de que Argentina saliera de los años de su última dictadura militar. Basado en el new wave y el punk, el sonido de Soda Stereo reflejaba el renovado optimismo de la época.
En agosto de 1984, la banda grabó su primero de siete álbumes de estudio, entre ellos Signos, que fue platino en Argentina y doble platino en Chile y Doble Vida, cuyos célebres temas Lo que sangra (la cúpula) y Corazón delator consagraron al grupo como uno de los más sólidos de habla hispana.
La banda hizo varias giras por América Latina y en 1989 realizó la primera presentación de una banda de rock en español en Estados Unidos, con un espectáculo en Los Ángeles para el cual se agotaron las entradas.
Tras 15 años de trayectoria y gloriosos éxitos, en 1997, la banda anunció su separación. En aquel momento el anuncio fue brutal: distintos desacuerdos personales y musicales. La despedida fue larga y muy sentida para sus fanáticos en todo el continente. Así una larga gira latinoamericana El Último Concierto los llevó a recorrer las plazas conquistadas años atrás la cual cerró ante más de 70 mil almas en su natal Buenos Aires.
Experimentar y volver al origen
El intérprete de Te llevo para que me lleves, formó una prolífica y exitosa carrera como solista, que había iniciado desde antes, además de ser su productor. Y colaboró con una amplia gama de artistas.
Por casi una década experimentó distintos sonidos, que lo distanciaran del imaginario musical creado por Soda. Entre ellos la electrónica, la música de orquesta y el hip hop, explicó años atrás en entrevista a The Associated Press.
Con su disco “Ahí vamos” en 2006 retomó el sonido rockero de la época de Soda Stereo. “Pasado el tiempo, ya no preocupa recuperar ciertas esencias sonoras que me resultan familiares y todo convive”. El disco le dejó siete premios Gardel de la música argentina, un auténtico récord.
Cerati también tuvo éxito con los aspectos más técnicos de la música. Ganó el Grammy como productor del disco de Shakira Fijación oral Vol.1 en 2007. La banda de sonido que editó para la película + Bien fue nominada a mejor álbum instrumental pop para los Latin Grammy en 2001.
El sueño cumplido
En 2007, Soda Stereo hizo realidad el sueño de sus fanáticos al juntarse para una gira que comenzó en el estadio River Plate de Buenos Aires, donde se habían despedido de su público 10 años antes.
“Yo dije que nos íbamos a volver a juntar cuando no estuviéramos demasiado patéticos y todavía no lo estamos“, dijo Cerati cuando habló de ese reencuentro. El cantante explicó que quería que sus dos hijos vieran tocar en vivo a Soda Stereo.
Más de un millón de personas asistieron a los conciertos celebrados en distintas ciudades latinoamericanas, después de lo cual los tres músicos siguieron sus caminos por separado.
El adiós en un etapa aún creativa
El último trabajo de Cerati como solista, Fuerza natural, salió al mercado en 2009.
El disco es “una sucesión de historias rodeadas por la magia del folk, la vibración del pop, el poderío del rock, la manipulación electrónica, el color de la psicodelia y la calidez de los sonidos acústicos”, destacó la página de internet del artista. Tuvo un éxito instantáneo. A menos de una semana de su lanzamiento, encabezaba las listas de ventas en Argentina, México, Colombia y Chile.
En abril de 2010, durante un descanso en su gira internacional Fuerza natural, Cerati dijo que aún buscaba expandir sus límites como artista. Afirmó que su creatividad seguía fluyendo. “Tengo períodos cuando me siento a hacer algo así como gimnasia creativa para sacar ideas y también tengo momentos en los que necesito tiempo para regenerarme”, expresó.
Menos de un mes más tarde, el 16 de mayo, se desvaneció al final de un concierto en Caracas. Había sufrido un accidente cerebrovascular. El 7 de junio fue trasladado a Buenos Aires, donde permaneció en coma hasta este jueves 4 de septiembre. NS (Con información de La República y AP)
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