Marin Čilić nació en un pueblo llamado Međugorje en 1988 en ese entonces parte del territorio de Yugoslavia, después de la guerra la zona quedó bajo la jurisdicción de Bosnia y Herzegovia, pero el tenista decidió a los 15 años representar a la vecina Croacia.
En la categoría junior llegó a ser el número dos del ranking mundial, y ganó Roland Garros, gracias a su entrenador Bob Brett, quien entre otros también fue el encargado de formar a Boris Becker.
El croata llegó a la final del último Grand Slam del año luego de derrotar al todopoderoso Roger Federer por 6-3,6-4 y 6-4, quien no tuvo un buen día, con un saque infructuoso y varios errores no forzados.
Por su parte el nipón Kei Nishikori con solo 16 años consiguió en Mazatlán su primer título profesional en el ya lejano 2006.
A partir de ahí su carrera fue en ascenso, se convirtió en el tenista asiático con mejor lugar en el ranking de la ATP. El azar siempre lo colocaba en choques contra los grandes, en 2011 durante el Torneo de Basilea enfrentó al local Roger Federer en la final y perdió, antes había chocado con Novak Djokovic en semifinales y le ganó.
Todo indicaba que se repetiría la combinación este año en el Abierto de Estados Unidos, pero no fue así.
El japonés forjó con garra la sorpresa del torneo, en un partido desgastante, echó a Djocovic por parciales de 6-4,1-6,7-6 (7/4) y 6-3.
Hoy se enfrentan en la cancha principal de Flushing Meadows en una final inédita que arrojará a un campeón inédito.