El titular de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld, anunció los detalles sobre la investigación que sigue la dependencia respecto a la polémica sobre la existencia de algunos ranchos, uno de ellos propiedad de la familia del gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, que se habrían visto favorecidos con la construcción de pozos y represas.
En conferencia de prensa, el funcionario detalló que originalmente se ordenó al director del Organismo de Cuenta Noreste verificara la documentación referente a estas represas para seguir con el procedimiento de revisión de imágenes satelitales y supervisión física de la supuesta obra.
“En primer término, se requirió obtener las imágenes aéreas que tiene el Sistema Nacional de Información ambiental que administra la Semarnat, para determinar si existía infraestructura sobre los ríos y arroyos para contener aguas, y desde qué año”, comentó.
Explicó que imágenes satelitales de marzo de 2011 revelan el inicio de la construcción de una obra para la contención de aguas, misma que se ve terminada en las imágenes tomadas en marzo de 2012, en donde también se puede ver un vertedero de demasías y un acueducto.
Destacó que las imágenes tomadas ayer, revelan que la represa en cuestión presenta un derrame a la altura de la citada obra.
En tanto, el vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, rechazó las acusaciones hechas por el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, sobre omisiones por parte de los delegados federales de la Conagua, Semarnat y Profepa que derivaron en el derrame de ácido sulfúrico al río Bacanuchi y Sonora.
Acompañado con el procurador federal de Protección al Ambiente, Guillermo Haro Bélchez informó que hasta el momento existen nueve denuncias tras el derrame tóxico de la empresa minera de Grupo México.
“Tanto la delegación de Sonora de la Profepa, como las propias centrales, recibimos nueve denuncias: dos por filtraciones en 2008 y las siete que se refieren a la zona de represa fundamentalmente queja por olores”, indicó.
MG