Hasta hace unos meses sabíamos poco de la nueva película de Zach Snyder Batman v Superman, y para ser honestos, las expectativas eran muy bajas debido a que la versión de Christopher Nolan se había asentado como la definitiva del Caballero Oscuro.
Pero a partir de la pasada Comic-Con de San Diego, muchos fanáticos del Hombre Murciélago han adoptado un nuevo fervor hacia esta renovación del personaje a manos del director de Watchmen y 300. Es obvio, Snyder les está dando lo que quieren: un Batman clásico con traje en vez de armadura, guiños descarados al Dark Night Returns de Frank Miller (uno de los cómics más queridos por el ñoñetariado) y la esperada pelea con el Hombre de Acero. El reino de los fanboys ha ganado terreno frente a la estética funcional y áspera de Nolan.
Ahora, Snyder nos presenta al sucesor del Tumbler, ese tanque monstruoso, tosco y sorprendente de la anterior trilogía de Batman. Hay que decirlo: es un hermoso heredero de ese modelo, al tiempo que se influencia de la estética del batimóvil de los videojuegos, especialmente del título Arkham Knight (2014).