Por el tono de los discursos y las declaraciones, parece que los legisladores del PRI han tomado muy en serio que el paquete económico para 2015 que presentó al Pleno de la Cámara de Diputados el secretario de Hacienda y Crédito Público va a empezar a transformar al país.
Algunos de ellos creen, por ejemplo, que la reforma financiera, que después de su aprobación -13 de septiembre de 2013-, permaneció prácticamente un año estática, ahora sí está cumpliendo con algunos de sus objetivos, entre ellos, que los bancos, tanto de fomento como los comerciales ofrezcan más créditos y más baratos. El diputado Manlio Fabio Beltrones comparte aquello de que “se están abriendo las llaves del crédito a bajo costo para los productores del campo, las pequeñas y medianas empresas y las familias que desean adquirir una vivienda”.
Los “agroyuppies” apuntan que sólo unos cuantos productores agropecuarios están recibiendo financiamiento a tasas de interés menores a un dígito, pero con un alto riesgo para el gobierno: que aquéllos no paguen y quienes tengamos que “apechugar” con la deuda seamos los contribuyentes. Por cierto, en este asunto de los costos bajos del crédito, los que no están muy convencidos de “soltar el billete” a tasas por debajo del 10% anual son los Fideicomisos Relacionados con la Agricultura (mejor conocidos como FIRA) que radican en el Banco de México. Y es que no queremos que nos hagan “agujeros financieros” como ocurrió en el pasado muy reciente cuando un par de directores de ese organismo sacaron la chequera irresponsablemente, y después no pudieron cobrar los préstamos.
Pero estábamos en el optimismo desbordante de algunos legisladores, quienes dicen también que la tasa anualizada de crecimiento de 4.2%, el repunte de variables clave como las exportaciones (8%) y un mayor dinamismo del sector de la construcción (3.5%) y de la industria automotriz (12%), detonarán el potencial económico del país.
Para quienes no lo sabían, el paquete económico que presentó la Secretaría de Hacienda para el 2015 tiene el carácter de “contracíclico”. ¿Y eso con qué se come?, pregunta la sociedad. A ver si lo podemos explicar: Cuando México se ha enfrentado a crisis financieras severas, como la del 2008-2009, se aplican políticas contracíclicas para salir del hoyo. Cuando se proyecta un mayor crecimiento de la economía, como el que dicen que México va a registrar el año próximo, pues se manda un paquete contracíclico. ¿Quedó claro, no?
AGENDA PREVIA
Músculo, músculo, puro músculo, gritaban los cenopistas. Y es que en el VII pleno nacional ordinario de la CNOP, el presidente del PRI, César Camacho, resaltó el trabajo de la organización priista que aportó más de 500 mil firmas a la consulta ciudadana “Más con menos pluris” y, sobre todo el liderazgo de la senadora, Cristina Díaz, quien está al frente.
La Comisión Nacional del Agua anunció que se invertirán 100 millones de pesos en la construcción de siete plantas potabilizadoras con capacidad para remover todos los metales presentes en el agua del Río Sonora, las cuales serán ubicadas en los municipios Arizpe, Banámichi, Huépac, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviácora y Ures. Al mismo tiempo, la dependencia aumentó la presencia de pipas a un total de 54 para la distribución oportuna de agua apta para consumo humano en los municipios mencionados. Durante los próximos cinco años continuará realizando mensualmente el monitoreo de las aguas tanto superficiales como de los pozos de agua potable. También pondrá en operación 20 plantas potabilizadoras más para el suministro de agua potable para los habitantes de los siete municipios afectados (unos 22 mil).
Se supone, nada más se supone, que toda la lana para los proyectos mencionados, saldrá del fideicomiso que se creó por parte de la empresa minera Grupo México, que tiene una bolsa base de dos mil millones de pesos.
Qué bueno que lo aclararon, porque no faltan los malosos que estaban sospechando que los costos de la contaminación del río Sonora, provocados por la minera propiedad del señor Germán Larrea, se los iban a cargar a los contribuyentes.