Tiene cuarenta años y su promedio de bateo se desplomó a .250, vive su peor temporada desde que debutó con los Yankees hace casi 20 años, donde es el capitán desde hace 15.
Hace unos días en el Camden Yards de Baltimore la afición de los Orioles le rindió un homenaje al shortstop más hits en la historia de las Grandes Ligas: una cesta de cangrejos de la bahía de Chesapeake, un gorro de capitán y una donación de 10 mil dólares para para financiar las actividades de su fundación que organiza actividades para niños.
Jeter es ya un icono de la cultura popular estadunidense, en 2001, participó como invitado en Saturday Night Live, el semillero de grandes comediantes. Se le reaccionó, entre otras, con Scarlett Johanson, Jessica Alba y Minka Kelley.
Es líder de hits de todos los tiempos con los Mulos de Manhattan, y el segundo en partidos jugados, por detrás apenas del mítico Mickey Mantle.
Con .317 de promedio de bateo es la quinta mejor marca de un jugador en activo, seguramente ingresará en poco tiempo al salón de la fama de Cooperstown.
Los Yankees tuvieron su peor temporada en mucho tiempo, junto a los Red Sox de Boston, se perderán la postemporada, por primera vez en 21 años, las entradas en el Yankee Stadium es raquíticas; la semana pasada, al recibir a los Rays, la concurrencia de 31 mil 188 aficionados fue la más baja en la historia del nuevo estadio.
Jeter es sustituido a la hora de ir a la caja de bateo, cosa que a muchos aficionados les molesta pero el mánager Joe Girardi hace caso omiso de los reclamos.
“No he pensado mucho al respecto”, dice Jeter al referirse a su floja campaña. “Sólo intento que el equipo gane. Salgo con el deseo de jugar bien. Quiero batear un hit cada vez que voy al plato”.
Con información de AP