MADRID. En una valiosa victoria para los progresistas españoles y, sobre todo, para el movimiento feminista, el gobierno español anunció que retiraba su proyecto de reforma de la vigente ley de aborto, aprobada por los socialistas, por falta de consenso. Horas después, de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara la retirada del proyecto, el principal impulsor, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó su dimisión y anunció que renunciará a su escaño en el Congreso de los Diputados y a sus cargos en el Partido Popular, tras 30 años de actividad política.

 

 
La decisión de Gallardón se produjo tras meses de polémica política y social en torno al proyecto legal para reformar la ley del aborto, vigente desde 2010 se basa en la posibilidad legal de abortar dentro de unos plazos, mientras que la propuesta del dimisionario ministro de Justicia consistía en hacerla posible únicamente en los supuestos de violación o daño físico o psíquico a la madre, lo cual representaba un retroceso de tres décadas en la legislación española.

 

 

 

Esta propuesta era incluso más restrictiva que la ley de 1985, que también fue aprobada por los socialistas y no modificada por el gobierno de José María Aznar (PP, centroderecha), que incluía entre los supuestos para abortar, además, la malformación del feto.

 

 

La retirada del proyecto supone una derrota para Ruiz-Gallardón, un político de larga trayectoria en el Partido Popular, que en tres décadas de carrera fue presidente de la región de Madrid (1995-2003) y alcalde de la capital española (2003-11), así como senador y diputado.

 

 

A los 55 años deja la política, afectado por la decisión de Rajoy, sin sentirse “desautorizado”, ni abandonado por sus compañeros de partido y de Gabinete, pero sí “incapaz” de sacar adelante un proyecto para reformar la ley sobre la interrupción del embarazo.

 

 

No obstante, la propuesta de Ruiz-Gallardón no contó en estos meses con voces de apoyo en las propias filas del PP, mientras que era duramente cuestionada por la oposición de izquierdas y por organizaciones feministas.

 

 

El propio Ruiz-Gallardón subrayó en una comparecencia ante la prensa que la normativa que quiso impulsar sobre el aborto generó en estos meses un fuerte debate político y social y que él deseaba reformarla de acuerdo con la jurisprudencia y con la línea de su propio partido. Admitió que, con la retirada del proyecto, no se veía en el papel de tener que defender otra propuesta distinta.

 

 

No obstante, de su boca no salió crítica alguna hacia sus correligionarios o al jefe del Ejecutivo, a quien expresó su gratitud por haberle incluido en su gobierno, en diciembre de 2011.

 

 

La decisión de Rajoy de abandonar el proyecto de reforma fue bien acogida por la izquierda española, que ve lógica la salida del gobierno del responsable de Justicia.

 

 

Se trata de la segunda salida de un ministro del Gabinete de Rajoy en los dos años y nueve meses de gobierno, después de que en la pasada primavera lo dejara el titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, para ser el candidato del PP a las elecciones al Parlamento Europeo del pasado mayo.

 

 

En este caso, se trata de la primera renuncia por una cuestión política.