SAO PAULO. La incertidumbre generada en torno a las elecciones presidenciales de octubre y el fortalecimiento del dólar a nivel internacional generaron una depreciación del real en los últimos días y obligaron al Banco Central (BC) brasileño a adoptar nuevas medidas para “asegurar” la divisa estadunidense.

 

 
“El dólar ganó terreno respecto a otras monedas a nivel mundial, pero la depreciación del real aún fue mayor por la cuestión electoral”, aseguró Bruno Laviere, economista de la consultoría Tendencias.

 

La moneda estadunidense cerró la víspera negociada a 2.405 reales para la compra y 2.407 para la venta en el tipo de cambio comercial, por encima de los 2.40 reales por primera vez en los últimos siete meses, lo que forzó al ente emisor a reaccionar para contener el alza del dólar.

 

El Banco Central decidió doblar prácticamente sus intervenciones diarias en el mercado cambiario y la decisión repercutió positivamente: el real se apreció un 0.87% frente al dólar y la divisa estadunidense cerró la sesión negociada 2.384 reales para la compra y 2.386 reales para la venta en el tipo de cambio comercial.

 

“El Banco Central inició una contra acción a los agentes especuladores. El ente emisor está actuando dentro de su papel y en un primer momento funcionó”, dijo a Efe Silvio Paixão, profesor de la Fundación Instituto de Investigaciones Contables, Actuariales y Financieros (Fipecafi).

 
La autoridad monetaria brasileña, que había recibido críticas por su “inacción” ante la devaluación del real, decidió elevar de 6 mil a 15 mil el número de contratos de “swap” cambiario, un instrumento que funciona como venta de moneda norteamericana en el mercado futuro y que tiene influencia en el precio del dólar a vista.

 

Desde agosto del 2013, el BC inició un programa de inyección de dólares por día en el mercado futuro para contener la volatilidad de la moneda estadounidense, ya que el Gobierno teme que una depreciación del real encarezca las importaciones y que los productos procedentes del exterior presionen aún más la inflación.

 

En ese contexto, se verían afectados principalmente los bienes de capital.

 

De acuerdo con Laviere, el aumento de la intención de voto de la presidenta y candidata a la reelección en los comicios de octubre, Dilma Rousseff, en las últimas encuestas pesó sobre el mercado y afectó tanto a la bolsa de Sao Paulo como a la divisa brasileña.

 

En los últimos meses, los inversores han criticado la política “intervencionista” del Estado y aplaudido cualquier señal que refleje un cambio de siglas en las próximas elecciones, como se llegó a vislumbrar con el ascenso que tuvo en los sondeos la ambientalista Marina Silva.