Científicos universitarios harán una tomografía eléctrica tridimensional a la pirámide de Kukulkán, en Chichén Itzá, para buscar cavidades o túneles en el subsuelo, informó el investigador del Instituto de Geofísica, René Chávez.
Destacó que esta nueva modalidad se efectuó por la imposibilidad de desplegar perfiles paralelos en forma de rejilla, debido a las características del área en estudio y la necesidad de conocer las condiciones del subsuelo.
En un comunicado, Chávez Segura dijo que con esa metodología ha sido posible caracterizar el subsuelo debajo de las edificaciones y detectar la posible existencia de cavidades, túneles, y problemas de subsidencia.
El experto de la Facultad de Ingeniería y del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de cinco que trabajan en este proyecto, explicó que en la época Mesoamericana era común que para inaugurar un edificio se colocara debajo de él una ofrenda con elementos simbólicos importantes.
“Ése podría ser el caso de la pirámide de Kukulkán”, indicó, y hoy será posible realizar esa tomografía gracias a que ellos desarrollaron una tecnología no convencional en proceso de patente, que permite dar un uso nuevo a una herramienta comercial de exploración somera.
En la segunda y tercera semanas de octubre, 96 electrodos y casi un kilómetro de cables que llevarán una corriente de dos amperes como máximo, rodearán el monumento histórico de la Pirámide del Castillo y arrojarán unos cinco mil puntos de observación.
Lo anterior permitirá ver hasta 20 metros de profundidad por debajo de ella, por lo que nuevas historias mayas están por contarse.
La incursión universitaria en una de las maravillas del mundo construidas por el hombre no surge de la nada, desde 1990 sus investigaciones han estado presentes en Teotihuacan, los Teteles de Ocotitla o la catedral de Nuestra Señora de la Salud, en Pátzcuaro.
Además, se constató la presencia de túneles debajo de la Catedral de Morelia y la condición de la pirámide principal de la zona arqueológica de Pañhú, Hidalgo, que sufre deslizamientos en el terreno.
El experto explicó que la tomografía eléctrica tridimensional es una técnica no invasiva que no daña el patrimonio nacional.