Después de la limpieza en Baja California Sur por el paso del huracán Odile, el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) pondrá en marcha dos programas dirigidos a los empresarios afectados por el desastre.
Uno de ellos canalizará subsidios de emergencia a través de la banca de desarrollo para la compra inmediata de inventario, insumos y el restablecimiento de las condiciones de su negocio.
En el segundo trabajarán con la banca comercial, con créditos específicos para negocios afectados por desastres naturales, en el que otorgarán un total de 500 millones de pesos y cada empresa podrá recibir hasta 2.5 millones, con un periodo de gracia de hasta seis meses y periodos de pago de entre cinco y 10 años, a tasa de interés por debajo de 10%.
Por mandato de ley, los recursos del Inadem son otorgados a través de la banca de desarrollo, pero se alcanzó la cifra de 500 millones de pesos por un efecto multiplicador de cinco veces a uno con la cooperación de la banca comercial, principalmente en productos ajustados a las necesidades de empresas afectadas por desastres naturales, aprovechando la experiencia adquirida en otras emergencias.
Actualmente, uno de los principales problemas que el gobierno federal está intentando solucionar en materia financiera es devolver a las personas el acceso a su propio dinero depositado en los bancos, ya que con los destrozos del huracán y la caída del sistema eléctrico muchas sucursales permanecen sin servicio.
“Desembarcamos una unidad móvil el miércoles en La Paz, Baja California para llevar los servicios al sitio”, dijo Adriana Tortajada en entrevista para 24 HORAS.
Este tráiler -que atenderá a la población afectada en la zona a partir de este viernes- también tiene la misión de realizar un censo para conocer cuántos empresarios fueron afectados por Odile, y agilizar la entrega de apoyos y créditos. CÉSAR BARBOZA