La modelo australiana Miranda Kerr se ha vestido de “geisha” y posó frente al objetivo del fotógrafo Mario Testino para protagonizar la portada del número de noviembre de Vogue Japón, con la que la edición nipona celebra su 15 aniversario
En la portada, Miranda Kerr, modelo australiana de 31 años, luce casi irreconocible con el pelo negro recogido en un voluminoso moño que emula al tocado tradicional de las “geishas” y viste un quimono con un luminoso abrigo de plumas en tonos lila.
Además en páginas interiores, la modelo aparece en otras dos fotografías, una en la que viste un traje de estilo samurái y otra en la que aparece caracterizada como un personaje de dibujos animados.
En esta última, Kerr viste un traje azul de pliegues que caen en forma de uve por el corpiño dejando entrever un atisbo de su escote, mientras la australiana abandona su melena al viento y luce una cola de caballo alta con las puntas teñidas de azul que combinan con la indumentaria y le aportan un toque de fantasía.
Ataviada con unos mocasines de estilo japonés y unos ropajes cargados de estampados tribales y materiales con relieve, la modelo remata un estilismo inspirado en los guerreros del país del sol naciente con un copete similar al que llevaban los samuráis.