¿Se le olvidó pagar algo? Le preguntaron al cliente, que hacía compras una noche de sábado en un Wal-Mart en una colonia del Distrito Federal. Ya había pasado la caja registradora sin ningún problema. Pagó su leche y pan. Pero no lo que ocultaba dentro de su chamarra.

 

Se le olvidó pagar más de dos mil pesos por la botella de vino, la cola de langosta, el queso azul y otros productos que conformaban una cena para lucirse.

 

“El ladrón de la cena gourmet”, conocido así por las autoridades, forma parte de una industria ilícita conformada por 13 mil personas, que robaron el año pasado sin parar tiendas departamentales, detallistas, supermercados y autoservicios en las diferentes entidades de la República Mexicana.

 

En 2011, las empresas afiliadas a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) reportaron pérdidas cercanas a mil millones de dólares.

 

El Estado de México es donde mayor incidencia se tiene en el robo hormiga, le sigue el Distrito Federal, Jalisco, Nuevo León, Veracruz y Quintana Roo, aseguró Ricardo Peralta Saucedo, director Jurídico de la empresa Alto México.

 

“Va en aumento el robo hormiga en México, debido a la poca rentabilidad para ejercer una acción penal en contra de los delincuentes por ser delitos menores y la impunidad reinante en todo el territorio nacional”, dijo el experto.

 

Sin duda, la impunidad provoca corrupción, violencia y otros delitos, sentenció.

 

El claro ejemplo de impunidad, explicó, se dio el año pasado con “La banda de los Blu-ray”, que de forma organizada sustrajeron aproximadamente 45 reproductores de estos discos de un supermercado y nadie dijo nada ni vio nada.

 

“Sólo por las cámaras de video se vio como 12 personas comenzaron con su fechoría; unos detenían a los guardias de seguridad, otros distraían a cada uno de los empleados y otros con un carrito corrían a una vehículo listo para en emprender la huida”.

 

El robo en contra de las tiendas de autoservicio y supermercados afecta cada año el arribo de nuevas inversiones, generación de empleo, así como la seguridad de las personas de los compradores, explicó a 24 HORAS.

 

Añadió que el costo beneficio para criminalizar el hurto de una mercancía con un valor de 100 pesos es mucho más caro cuando se contrata un despacho de abogados para que lleve al delincuente hasta el Ministerio Público y ante un juez.

 

 

El especialista manifestó que las mercancías robadas en establecimientos se comercializan en mercados y donde hay venta de productos piratas.

 

Destacó que los productos más robados son cosméticos, desodorantes, juguetes y en menor medida los perecederos, pero “no se debe hacer una distinción del valor de lo robado, sino se debe atacar el perfil del delincuente”.

 

“No vamos a criminalizar ni a pobres ni a ricos, simplemente vamos criminalizar el delincuente que cometa un delito”, a través de una estrategia de prevención, disuasión y persecución, agregó Peralta Saucedo.

 

Tal como “El ladrón de la cena gourmet”, que actualmente está en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México por robo simple, lejos de los lujos a los que estaba acostumbrado, por lo menos a no pagar.