Desde que en febrero pasado Derek Jeter anunció que dejaba el béisbol, las Grandes Ligas vivieron una especie de shock, después de años de escándalos que empañaron la trayectoria de otros grandes en los números, pero chicos, muy chicos cuando hubo que fijarse un poco más en la forma en la que llegaban a esas cifras.
El pelotero ejemplifica justo el sueño de cualquiera en el deporte organizado en Estados Unidos; el hecho de recibir honores en su último juego, justo en el parque del más acérrimo rival de los Yanquis, los Medias Rojas de Boston, deja por responder para los neófitos la pregunta de por qué todo el mundo ama a Derek Jeter.
Una trayectoria limpia
Jeter es exactamente lo contrario a tipos como Roger Clemens, Barry Bonds o su compañero Alex Rodríguez, tres de los más grandes que han tenido que ocultarse en las sombras después de que fueron descubiertos sus métodos para brillar más allá de lo que la habilidad natural les dio. Se mantuvo en una línea de esfuerzo y trabajo, habiendo vivido algunos de sus mejores años a lo largo de dos décadas de carrera justo en la era de los esteroides.
Personalidad amable
Derek Jeter nunca se distinguió por declaraciones grandilocuentes. Se mantuvo siempre en una línea de respeto hacia sus compañeros, sus rivales y las autoridades de su equipo. Fue el ejemplo de lo que quieren siempre los aficionados de los Yanquis, impecable corte de cabello, elegante fuera de las canchas, pero al mismo tiempo condescendiente y amable con los que pagan un boleto por verlo jugar.
Odian a Yanquis, pero lo quieren a él
El diario El País rescata una anécdota. En su portada del 8 de septiembre pasado la revista The New Yorker le dedicó su portada con un dibujo del ilustrador Mark Ulriksen, quien es un público seguidor de Boston, el mayor enemigo de los Yanquis (que les “robaron” a Babe Ruth, quien encima les hizo caer una “maldición”). “Detesto a los Yanquis, pero aprecio a Derek. Espero que el mundo Media Roja me perdone”, declaró Ulriksen.
Anduvo con Johansson, Alba y varias más…
Jeter ha tenido suerte en el diamante, pero mucha más fuera de él. Hace sólo falta ver la lista de conquistas que se le adjudican, y no son meros chismes, pues todas sus novias están debidamente documentadas: Jessica Alba, Scarlett Johansson, Mariah Carey, Jessica Biel, Adriana Lima, Vanessa Minnillo, Tyra Banks o C. Minca Kelly. Actualmente su novia es Hannah Davis, 16 años menor que él.
Y simplemente por sus números
El pelotero es el sexto de toda la historia de las Grandes Ligas por sus hits, 3 mil 465, incluyendo el último del domingo pasado, a lo largo de 20 años, con 219 en 1999 como su mejor año. Posee muchos récords de la franquicia de los Yanquis, lógicamente en hits, también en juegos jugados, turnos al bat y bases robadas. Pero está detrás (y quizá por eso también lo adoran), de leyendas como Babe Ruth y Lou Gehrig, por ejemplo, en carreras producidas.