El ébola es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates (monos, gorilas y chimpancé), cuya tasa de mortalidad puede llegar hasta el 90% de los casos. Se sospecha que tres especies de murciélagos de la fruta son huéspedes naturales de este virus. La primera vez que este virus se detectó fue en 1976 con dos brotes que se dieron de manera simultánea en Sudán y la República Democrática del Congo, cuyo río (Ébola) le da el nombre.

 

Su periodo de incubación desde la infección hasta la aparición de síntomas es de entre dos y 21 días.

 

Actualmente, el virus se encuentra en el ojo del huracán por un brote que surgió en 2013 en África Occidental, el cual sigue extendiéndose por Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria. De acuerdo con Médicos Sin Fronteras (MSF), la enfermedad está fuera de control y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) su propagación se está acelerando.

 

En tanto, un reciente caso de un paciente detectado con ébola en territorio de Estados Unidos, aunque no propiamente habitante sino un ciudadano de Liberia que llegó de visita al país, encendió la alerta en América Latina, por lo que autoridades empezaron a tejer una red para encontrar a personas que pudieron estar en contacto con él, entre los que se contabilizaron casi 100 ciudadanos.

 

De momento, se han registrado al menos tres mil 431 muertes y siete mil 470 personas casos de personas infectadas en África Occidental, según el último recuento de la OMS hecho público el pasado 3 de octubre.

 

¿Cuándo es contagioso el ébola?

 

Una persona contagiada con ébola puede presentar síntomas como fiebre súbita, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, seguido de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas.

 

Sin embargo, algunos de estos signos pueden confundirse con una gripa o resfriado, por lo que es necesario realizarse pruebas de laboratorio que muestren la disminución de leucocitos y plaquetas, así como la elevación de las enzimas hepáticas para descartar la presencia del virus.

 

¿Cómo se contagia el ébola?

 

A través del contacto con los fluidos corporales de una persona que presenta síntomas, como la sangre, sudor, vómito, heces, orina, saliva o semen. Esos fluidos deben entrar por un punto, como una cortada, un rasguño o que la persona que hizo contacto se toque la nariz, la boca, o los ojos, o que sea salpicado. Por eso los trabajadores sanitarios deben usar guantes protectores y otros equipos.

 

El virus se contagia por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados. En África se han documentado casos de infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que habían sido encontrados muertos o enfermos en la selva.

 

Posteriormente, el ébola se propaga en la comunidad a través de la transmisión persona a persona, por contacto directo con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos.

 

Los pacientes son contagiosos mientras el virus esté presente en la sangre y las secreciones. El virus del ébola se ha aislado en el semen hasta 61 días después de la aparición de la enfermedad en un caso de infección contraída en el laboratorio.

 

¿Qué sucede con el contacto incidental?

 

El ébola no se transmite por vía aérea. “Si se sienta junto a alguien en el autobús no está expuesto”, dijo el doctor Tom Frieden, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

 

“No es como la gripe. No es como la viruela ni como el resfriado común. No se propaga no es infeccioso en esas condiciones”, agregó.

 

¿Cómo se elimina el virus?

 

Los CDC señalan que el cloro y otros desinfectantes usados en hospitales matan al virus.

 

¿Existe cura contra el virus?

 

En cuatro décadas desde que el virus del ébola se identificó por primera vez en África, el tratamiento no ha cambiado mucho.

 

No hay medicamentos o vacunas con licencia para esta mortal enfermedad, aunque hay varias medidas en proceso de experimentación. De hecho, la mayoría de las enfermedades virales, como los catarros, carecen de vacuna o tratamiento eficaz. Los enfermos de fiebre hemorrágica del ébola suelen necesitar rehidratación por vía intravenosa u oral, con soluciones que contengan electrolitos.

 

Aunque algunos tratamientos se están desarrollando, pero ninguno ha sido rigurosamente probado en seres humanos.

 

Según la OMS, las dos vacunas que presumiblemente serán elegidas como un sistema de inmunización efectivo y fiable para luchar contra el virus del ébola no estarán listas sino hasta marzo del 2015 y no en enero como se tenía contemplado.

 

La compañía GlaxoSmithKline (GSK), en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, están desarrollando cAd3-ZEBOV, la primera de estas dos vacunas.

 

La segunda, rVSV-ZEBOV, fue desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá, aunque la licencia de comercialización la tiene la empresa estadunidense NewLink Genetics, de Iowa.

 

Ninguna de las dos habían sido probadas en humanos, por lo que primero se verificará su eficacia y la inocuidad de las vacunas por lo que en primer lugar se inocularán a voluntarios sanos.  (Con información de AP y la OMS)  DM