En caso de ser reelegida en la segunda vuelta, la presidenta Dilma Rousseff podrá contar en el Congreso con una coalición oficialista capaz de controlar la Cámara de Diputados y el Senado, de acuerdo a los datos finales divulgados por la Justicia Electoral.
En la Cámara baja, los nueve partidos que apoyan la candidatura de Rousseff a la reelección sumaron 294 diputados, más de la mitad de los 513 escaños.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff fue el más votado y obtuvo setenta diputados, pero perdió 16 con respecto a la actual composición.
El gran culpable fue el bastión opositor, el estado de Sao Paulo, el más grande colegio electoral, donde el PT eligió a diez diputados, contra quince que había sumado allí en 2010.
De acuerdo a analistas, con una victoria de Rousseff en la segunda vuelta, podrán volver las disputas para presidir la Cámara entre el PT y el PMDB, luego de un acuerdo para intercalar el comando de la casa que estuvo en vigor en los últimos años.
La consistencia de esta alianza de gobernabilidad que el PT forjó durante los dos mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) será puesta a prueba en caso de que el opositor Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), llegue a la presidencia en la segunda vuelta del 26 de octubre.
El PSDB de Neves sumó diez diputados y avanzó hasta los 54, con lo que se convierte en la tercera fuerza.
La carrera por la presidencia subrayó su naturaleza impredecible luego que Aécio Neves, un ex gobernador y senador de centro derecha con un largo linaje político, quedó segundo. Rezagado en las encuestas durante la campaña, la semana pasada dio un salto de popularidad y superó a la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, que llegó a ser la favorita en los sondeos.
Neves tiene el respaldo del bien organizado Partido Social Demócrata, que ocupó la presidencia entre 1994 y 2002, un periodo en el que Brasil controló la hiperinflación y dio la vuelta a la economía.
Su sorpresiva votación influyó para que el índice bursátil Bovespa subiera hasta un 8%, el mayor crecimiento en un día desde 2008 y que la divisa brasileña, el real, se fortaleciera en comparación con el dólar. En algún momento los títulos de la petrolera estatal Petrobras aumentaron 17% hasta cotizarse en 21.50 reales por acción.
“La labor de Aecio ha sido extraordinaria y uno de los motivos para eso es la muy sólida estructura de partido que tiene detrás, un partido con una fuerte presencia en todo el país y que ha estado en la presidencia”, dijo Carlos Pereira, analista político de la Fundación Gertulio Vargas, el principal grupo de estudios brasileño. “Ahora son unas elecciones nuevas donde todo está abierto. Aecio, que hasta hace poco nadie pensaba que tuviera una oportunidad, ha surgido como un candidato muy fuerte”.